Rennes

Había estado en Rennes, por primera vez, con jap hace 9 años, de camino hacia España para devolver el coche de empresa. Era el momento de transición entre mi trabajo en una empresa farmacéutica, con base en París, y la incorporación a una empresa minera, con base en Londres. De aquella visita, recordaba algo la catedral y poco más. Hace unas semanas, paramos a comer en frente del Parlamento de Bretaña con Ronke, de camino a Quimper. Así que este fin de semana, con Oscar y Jaime, era mi tercera visita. 

Como las visitas anteriores habían sido breves, esta fue la primera vez que tuve la sensación de conectar los distintos espacios y edificios principales. Y me gustó bastante. Presumen de tener el mayor número de casas de entramado de madera de Bretaña. Yo más que con el número, me quedo con el colorido y la decoración. Están muy bien conservadas, así que se puede apreciar bien la riqueza y belleza del trabajo de grabados y esculturas. 

En cuanto a la catedral, creo que la recordaba porque es bastante peculiar. Fue reconstruida y decorada en el XIX, y está dominada por dorados y ocres, en contraste con el azul hiper-moderno  del púlpito y el altar. Supongo que esa combinación cromática tan extraña la hace precisamente memorable. 

El Castillo de Fougères

Sin duda, este es un verano muy bretón. A los fines de semana de Quimper y de Vannes, he sumado ahora un tercero en Rennes, aprovechando que Oscar y Jaime iban a estar por allí y que dBt está en Zaragoza. Tomé un tren temprano ayer sábado y me recogieron en la Estación de Rennes a las 10 de la mañana. Nos fuimos directos a Fougères, un pueblecito a 50 km. 

Más que un pueblo, Fougères es un castillo, porque su presencia lo domina todo. La primera fortificación fue de madera, hace 1000 años, y las torres más antiguas datan del siglo XII. Es impresionante en poderío, conservación y extensión. Formaba parte de la "frontera" entre Bretaña y Francia, al estar situado en una franja que estuvo en disputa durante siglos. Está muy bien conservado y sirve para entender bien cómo fue evolucionando la tecnología militar durante la Edad Media y cómo fue el proceso de anexión del Ducado de Bretaña al Reino de Francia. 

Museo Picasso de París

Esta semana dBt se ha ido a Madrid y Zaragoza. Estamos en la recta final de la validación de la reforma del piso, comprobando detalles y asegurando que las cosas importantes quedan bien hechas. Por otro lado, quiere pasar por Zaragoza y ver cómo va la rehabilitación de su padre, tras la operación de cadera de julio. Vamos, que me he vuelto a quedar de Rodríguez yo solo en París.

Una tarde entre semana me escapé a ver el Museo Picasso, que todavía tenía pendiente a pesar de estar a 10 minutos de casa, en Le Marais. Como disculpa puedo decir que estuvo muchos años en obras y que yo tampoco soy un gran fan de Picasso, la verdad. Me entraron ganas de visitar el museo a raíz del confinamiento, porque al salir a correr por el barrio me hice consciente de que el fabuloso chateau de la primera foto que yo veía con sus jardines, era el mismo edificio del museo, cuya fachada principal es más deslucida y está muy encajonada entre edificios (la segunda foto). Así que ya sólo por ver el edificio por dentro me entró el gusanillo.

En cuanto a los fondos, los estructuran en torno a exposiciones temporales y temáticas. Actualmente, hay dos temporales, una sobre cómic y otra sobre Picasso poeta, y otras dos plantas con fondos permanentes en torno al tema de la lectura. La verdad, es que aunque no me interesa la mayor parte de la obra de Picasso (que es vastísima!), hay algunas obras que me encantan. Así, oscilo entre el desinterés absoluto y la pasión absoluta. En esta ocasión, tengo que reconocer que las mujeres de abajo me chiflaron. La primera la recordaba del Pompidou pero es posible que estuviera allí en préstamo durante las obras de reforma del museo. Mis preferidas son las dos mujeres sentadas  de las últimas fotos. 

Descubriendo el barrio de Butte aux Cailles

El domingo pasado fue un día de auténtica sobredosis de arte urbano en París: visita guiada por la mañana desde Oberkampf, y paseo por la tarde para ver los mega-murales del 13, de camino a  la Place d'Italie. Allí nos encontramos con Christine que vivió muchos años en el distrito 13 y quería enseñarnos el barrio de Buttes aux Cailles.

El distrito 13 fue una zona industrial y artesanal alrededor de un pequeño río (ahora soterrado) que congregaba talleres de tejidos, tintorerías, curtidores... Se anexó a París en la segunda mitad del XIX. Ahora tiene distintas zonas que se articulan alrededor de la Place d'Italie: la zona de grandes edificios de apartamentos con los murales de street art, el barrio chino-asiático y el pequeño barrio de Butte aux Cailles, que recorrimos con Christine. 

La palabra "butte" significa colina en francés. París tiene 3 "buttes": Montmartre, Montparnasse y la Butte aux Cailles. En realidad era un antiguo pueblo que sobrevivió a las obras de demolición del barón Haussmann por todo París. Ese terreno era algo inestable y no se atrevieron a meterle mano. Gracias a eso, han sobrevivido unas callecitas adoquinadas, de casas bajas y mucho encanto. En la calle que da nombre al barrio se acumulan los cafés y los restaurantes; es una zona super agradable para tomar algo. Por todas las pequeñas callejuelas en cuesta hay obras de street art. Es una delicia.  Hay obras de gran calidad y de muchos de los grandes artistas. Por ejemplo, hay varias obras de Jeff Aerosol y Miss.Tic (dos primeras fotos) y también de Seth (dos últimas). 

Cenamos con Christine en la terraza de Le Mêlécasse, intentando alejarnos de los locales que tenían pantallas de TV para seguir el partido Paris Saint-Germain con el Bayern de Múnich. Era una final de algo y había algunos grupos de forofos exaltados por el barrio. Nos gustó bastante el sitio pero también localizamos algún otro interesante, para cuando repitamos visita. 

Esa cena del domingo fue el broche final a un fin de semana de intensa vida social, con cenas a diario con las amigas de París. El viernes,  con Martine, la vecina del séptimo, en casa. El sábado con Ronke en Les Halles, después de ver una película floja y estresante ("Unhinged", con Russell Crowe en plan psicópata al volante). Y como bono adicional a tanto encuentro, nos vimos para comer el sábado con Andrés, venido de Zurich en plan escapada de fin de semana. 

Street Art XXL en el distrito 13

Habíamos leído varias referencias sobre el arte urbano del distrito 13.º, alrededor de la Place d'Italie, pero todavía lo teníamos pendiente. A priori, es el típico distrito que no tiene demasiado interés, más allá de que organizan el principal desfile del Año Nuevo Chino. Sin embargo es un gran centro del Street Art en París, organizado en dos zonas: los alrededores del Boulevard Vincent Aurial y el barrio de Butte aux Cailles, del que hablaré en la entrada siguiente. 

El Boulevard Vicent Aurial es una gran avenida que conecta la Place d'Italie con el Sena, de hecho acaba en el Pont de Bercy. Del otro lado del río se encuentra el Arena Bercy (ahora Accor Arena...), donde hemos asistido a varios conciertos. La línea 6 de metro, que es una auténtica joya turística al ser exterior, recorre el bulevar en una vía elevada y permite disfrutar de buenas vistas a los enormes murales. 

Nosotros hicimos el recorrido a pie para poder hacer fotos. Hay auténticas maravillas, todas de artistas reconocidos internacionales (aunque nosotros no conozcamos ni a la mitad).  En la primera foto, por ejemplo, se puede ver la "Madre Secular 2" de Inti, un artista chileno. En la segunda un gato de C215 y un mural muy francés (liberté-egalité-fraternité) del americano Obey, del que tenemos una obra que vemos desde casa en la Plaza Stravinsky. En las dos últimas fotos hay dos murales muy estilo cómic (o también Roy Lichtenstein) del inglés D*Face. 

La verdad es que nos gustaron todas las obras. Una de mis preferidas es el niño frente a unos círculos concéntricos de colores que está a caballo entre dos edificios (la tercera foto). Es del artista francés Seth. Habremos visto una docena de obras y hay muchas más (hasta 50 he leído), así que, definitivamente, tendremos que volver. 

Visita guiada de Street Art en París

Por azar, descubrimos unas visitas guiadas de arte urbano en París. Ibamos buscando repetir la visita a la Tour Saint-Jacques, pero el aforo estaba completo para este fin de semana. Fue una buena idea porque, aunque hicimos una zona de la ciudad ya conocida, nos permitió descubrir nuevas obras y estilos y aprender algo de terminología básica. 

La visita duró unas dos horas, con punto de encuentro es el Muro de Oberkampf (dos primeras fotos) y subida a la colina de Ménilmontant, un recorrido que exploramos por nuestra cuenta  hace un par de meses. Desde allí fuimos a Belleville para acabar en la calle Denoyez (dos últimas fotos), una calle oficialmente dedicada al arte urbano y que está literalmente tomada por grafiteros. 

La guía nos explicó que en París los muros son responsabilidad del ayuntamiento hasta 4.5 metros de altura, que puede decidir limpiarlos o autorizar las obras. En algunos casos incluso las encarga y paga por ellas, como en el Muro de Oberkampf, y algunos otros sitios. Por encima de 4.5 metros la responsabilidad es de la propiedad del edificio. En algunos casos las obras más grandes son encargos privados, como la 3ª y 4ª fotos que corresponden al artista Némo, que dibuja figuras de hombres en negro. Teníamos ganas de ver alguna obra de este artista porque es amigo y colaborador frecuente de Mesnager: uno hace hombres en blanco y el otro en negro.  De hecho, dBt los conoció a los dos cuando fue a comprar alguna obra de pequeño formato, después del confinamiento. 

Dentro del apartado terminológico, hemos aprendido las siguientes palabras y expresiones:

- Tag: sinónimo de graffiti, originalmente poner el nombre o las iniciales. 

- Toy: pintar encima de otra obra. Literalmente, "Tag on your shit" o "tired of your shit". También se utiliza para referirse a los "toys", grafiteros jóvenes, que están empezando y que ponen sus letras y nombres encima de otras obras. 

- Pochoir (en francés): es la técnica consistente en utilizar plantillas que luego se reproducen al infinito. Por lo visto, en español se dice estarcido pero yo no conocía esa palabra. 

La verdad es que yo sigo sin encontrarle el punto a los graffitis simplemente de letras o iniciales. Por lo visto, algunos artistas y colectivos son muy reputados. A mi, aunque algunas caligrafías  son muy elaboradas, y los coloridos tienen su punto, me siguen pareciendo mayoritariamente vandalismo y suciedad. Quizás aún no he aprendido lo suficiente para apreciarlos o quizás es que hay cosas que no me van a gustar nunca (lo más probable).