Domingo en el MoMA

Me he reconciliado con el MoMA. Tampoco lo puedo racionalizar mucho, pero lo cierto es que la última visita, en 2018, me debió pillar con el cuerpo frío y no me dijo mucho. Nada que ver con el entusiasmo de las dos primeras: en 2007 y 2009. 

Aunque me re-encontré con obras conocidas, de Picasso, Léger, Jacob Lawrence y tantos otros, lo que más me agradó y aportó fue descubrir cosas nuevas, como la House of Hope del artista tailandés Montien Boonma de la primera foto, o la sala Equal con los cubos de Richard Serra de la segunda foto. Junto a esas grandes instalaciones, descubrí muchos nuevos cuadros, como el de la última foto: Hybrid, una obra de 2021 de la artista polaca Paulina Olowska. 

Aterrizaje en JFK

Viaje de trabajo corto a Nueva York, 5 días. Volé en el lado derecho, que en general permite buenas vistas. Sin duda es el mejor para disfrutar de la costa de Canadá y de Long Island, durante la aproximación al aeropuerto de JFK. La verdad es que esa mega-isla promete mucho: al norte tiene una zona de bahías y playas impresionante y la línea de costa está recorrida por un Parque Nacional kilométrico que se llama Fire Island National Seashore que, después de observar desde el avión, ya estoy deseando visitar. 

Lausanne, por fin

La experiencia que teníamos hasta ahora de Lausanne era limitada: una visita al Museo Cantonal de Bellas Artes y un acercamiento a la ciudad en bicicleta desde el lago que nos hizo experimentar las empinadas cuestas de la ciudad. 

Este domingo dimos un buen paseo por el Casco Histórico, el verdadero corazón de la ciudad, y nos dejó gratamente sorprendidos. Todo siguen siendo cuestas, pero las incomodidades se compensan por las vistas de los puentes, viaductos y el lago. La catedral está en una colina, rodeada de pequeñas calles medievales. Todo muy mono. 

La oportunidad de ir a Lausanne surgió porque Ewa, nuestra amiga de la Chevreuse, en las afueras de París, y antigua compañera de máster, estaba en la ciudad para impartir un curso. Hacía un par de años que no nos veíamos así que utilizamos el paseo y la cena para ponernos al día de trabajo, familia y amor. 

Regresos a Ginebra

 Ahora ya puedo confirmar que el lado "bueno" para aterrizar en Ginebra, viniendo desde España, es el izquierdo. Desde ese lado del avión, se puede disfrutar de la mejor vista de la ciudad y el lago como se puede comprobar en las fotos de mi último aterrizaje. 

Acabé esta semana de trabajo con una comida el viernes con ex-empleados en la sede del BCGE, el banco cantonal de Ginebra, que tiene su sede principal en el inicio de la isla entre los dos brazos del Ródano, con unas vistas espléndidas a los puentes de la ciudad. 

El sábado comimos con Carlos, que venía de paso entre Lyon y Zurich. Nos pusimos al día desde nuestro último encuentro, cuando vinieron un finde y fuimos juntos al concierto de November Ultra. Después de comer, lo llevamos al Museo de Arte e Historia. Continúan las instalaciones de Wim Delvoye que nos gustaron tanto hace un par de meses, pero además han abierto una sección de la colección permanente que estaba cerrada la última vez. 

Consulta de Neurología

Días de verano en Vigo alrededor de una cita con el neurólogo de mi madre el lunes. Vinieron Juan y David y eso, unido al bueno tiempo, creó una pequeña burbuja casi de vacaciones. 

Poco a poco, todos vamos aceptando la nueva normalidad de mi madre, aún estupenda, pero ya no totalmente autónoma y con algunos derrapes mentales incipientes, incluyendo desorientación espacial y temporal. 

El neurólogo hoy lo vio todo evolucionando correctamente y simplemente ajustó algo la medicación hasta la consulta siguiente, prevista en 2 meses. En cualquier caso, vendremos de vuelta antes de un mes y así mi madre podrá volver temporalmente a su casa y Miguel y Elvira podrán tomarse un respiro. 

Concierto de Mahmood

Con el fiasco del concierto de Mika aprendimos que a los conciertos en Suiza se va a su hora.  Este viernes, llegamos bien para ver al cantante italiano Mahmood en Thonex, un pueblo a las afueras de Ginebra que funciona como uno de sus barrios (está situado a apenas 15 minutos del centro en tranvía). 

No es que a mí Mahmood me vuelva loco, pero David se empeña en ponerlo en casa con frecuencia y, claro, le acabas pillando el punto. Mis canciones preferidas del último album son Cocktail d'Amore, Sempre / Jamais, un duo con una cantante belga en italiano y francés, y Tuta Gold, que presentó este año en el Festival de San Remo. 

El concierto estuvo correcto, al estilo de los 80, sin gran producción, ni de luces, ni de videos,  apenas unos cuantos focos de colores y la banda de músicos y coristas. A la mañana siguiente, muy temprano, emprendimos vuelo a Vigo para pasar unos días con mi madre. La ruta de despegue de Ginebra nos obsequió con buenas vistas de los Alpes al amanecer. 

Excursión en bicicleta con Alpes de fondo

La primavera ha llegado a Ginebra. Se nota en el reloj floral, que luce muy colorido y en todos los parques y jardines, donde abundan los tulipanes. 

Con el buen tiempo, hemos inaugurado la temporada de excursiones en bicicleta con una ruta campestre. Hicimos unos 30 km por los campos y granjas que se encuentran entre el lago y los Alpes al fondo, por los municipios de Vandoeuvres, Meinier y Gy en Suiza, y cruzando hasta Veigy-Foncenex en el lado francés. Es una zona muy bucólica de viñedos y campos de girasol, dónde se mezclan los amarillos y verdes con el azul del cielo y el blanco de los Alpes nevados al fondo. Es una zona bastante llana y con muchos senderos para bicicletas. La pena es que no vimos bares o terrazas en las que poder tomar algo. No entiendo cómo puede socializar la gente que vive en esos pueblos. Tal vez no lo haga. 

Ascensor panorámico en Ginebra

Hemos descubierto una nueva "atracción" en Ginebra: un ascensor panorámico que sube a las terrazas de unos edificios y permite buenas vistas del río Ródano y el Bâtiment des Forces Motrices (BFM), así como de la catedral y los Alpes al fondo. El "BFM" es un edificio masivo, una antigua central hidroeléctrica ahora reconvertida en centro de eventos culturales, dónde, por cierto, se celebran las fiestas navideñas de la organización dónde trabajo.

El "descubrimiento" ha sido la gran aventura de una Semana Santa ginebrina muy tranquila, sin procesiones, ni celebraciones especiales, más allá de los huevos de chocolate de Pascua. Hemos aprovechado el viernes y lunes festivos para descansar de la tensión de Vigo, ponerme al día de gimnasio y ver la segunda parte de Dune en IMAX (previo re-visionado de la primera parte en Netflix).