martes, 31 de enero de 2017

Vitra Campus

A 20 minutos en autobús de Basel, y ya en territorio alemán, se encuentra el fascinante Vitra Campus, un centro de producción de la empresa de mobiliario Vitra. Esta empresa familiar suiza hace muebles de hogar y de oficina, y resulta que tenían un complejo de fábricas que se incendió en 1981. A partir de ahí, empezaron a reconstruir edificios a golpe de super-arquitectos, y ahora mismo tienen un Campus extraordinario que reúne grandes nombres: Zaha Hadid (su primer edificio), Frank Gehry, Renzo Piano, Alvaro Siza, Herzog & de Meuron... En fin todo un festín visual. Los edificios son perfectamente funcionales: naves de producción, un Museo del Diseño, una Tienda-Muestrario... 

En el Campus organizan visitas guiadas de arquitectura pero a nosotros ya no nos dio tiempo a hacerla. Nos contentamos con visitar el interior de aquellos edificios que estaban abiertos y nos tiramos desde la torre-tobogán (asusta un poco pero va rápido). Fue toda una delicia de excursión, perfectamente repetible para poder hacer la visita guiada, y de paso comprar alguna cosita...





domingo, 29 de enero de 2017

Descubriendo Basilea

Hemos pasado un fin de semana estupendo en Basilea. Yo trabajé en Zurich la semana pasada y también lo haré esta que entra, así que quedarse en Suiza era una buena opción. Además, el vuelo desde París para dBt era más barato que a Zurich (y tampoco él tenía ningún interés en repetir la ciudad en invierno). 

Para mi Basilea ha sido un feliz descubrimiento: el río, el casco viejo, y la arquitectura contemporánea, dominada por Herzog & de Meuron (los de Caixaforum Madrid y la ampliación de la Tate Modern). Se nota que esos dos son del pueblo y se deben quedar con la mayoría de los proyectos, por ejemplo el Palacio de Exposiciones y Congresos, todo él tan futurista. 

La ciudad tiene un montón de museos interesantes, pero de eso ya me ocuparé en otra entrada. Además de paseos y visitas culturales, nos vimos para cenar con Chris, el amigo de Başak al que conocimos en Lucerna hace ahora justo un año, y que se vino con ella a la boda. Nos llevó a Acqua, un restaurante y local de copas muy moderno. 





martes, 24 de enero de 2017

Arte Americano en París

Ultimamente, cuando estamos en París, alternamos vida social con ir cubriendo esas exposiciones que están a punto de acabarse. Todo un poco al límite. Hace un par de semanas fue arte mexicano de la primera mitad del siglo XX, y este fin de semana ha sido arte americano de los años 30. Nos encantó reencontrarnos con American Gothic y otros cuadros de Grant Wood, como ese "Daughters of Revolution" de la primera foto abajo.  

Como la exposición era en l'Orangerie, aprovechamos para darnos una vuelta por la colección permanente. Es uno de esos museos pequeñitos y muy recomendables, tanto por los nenúfares de Monet, que ya se pueden fotografiar de nuevo, como por los Henri Rousseau, Picasso y demás. En esta ocasión prestamos atención a los cuadros de Marie Laurencin, una de esas pocas pintoras en museos. Tal vez ya estaba allí expuesta desde nuestra primera visita y simplemente éramos entonces menos feministas. 




miércoles, 18 de enero de 2017

Vuelta a la Casa Azul

La visita a Vigo de diciembre me dejó un sabor agridulce porque vi a mi padre flojo, física y anímicamente.  Decidí en ese momento que tenía que intentar ir por allí más a menudo y allí me fui de nuevo el fin de semana pasado. Era la primera vez que ensayaba una ida Zurich-Madrid-Vigo, y una vuelta Vigo-Madrid-París. Al no haber vuelos directos, el viaje se hace un poco largo pero es factible, y por lo tanto repetible. 

Fue un fin de semana muy familiar. El tiempo fue excelente y pude comprobar que mi padre está mucho mejor. De hecho dimos un largo paseo en Samil, que hace un mes sería totalmente impensable. Uno de los días comimos en la Casa Azul, con mi hermano 2 y familia, y y otro en el restaurante  Bitadorna, con mi madrina. También fui al cine, a ver La La Land, y desde entonces no me sacó la banda sonora de la cabeza, ni las ganas de bailar. 



sábado, 14 de enero de 2017

Zurich Central

Este es el segundo año en el que sigo con la vida profesional dividida entre París y Zurich. Por el momento no percibo presiones de la empresa para moverme a Suiza, ni tampoco tensiones para reducir los gastos de viaje, así que continuaré con este esquema de volar cuando sea necesario. 

El arranque de 2017 apunta con viajes frecuentes a Zurich, al menos durante el primer trimestre, y me planteo que no quiero caer en la rutina de quedarme siempre en los mismos hoteles en el barrio de negocios de Oerlikon, dónde todo es tan aséptico. Me empieza a dar un poco de repelús toda la zona. Como alternativa, voy a quedarme en el centro de la ciudad, para romper la rutina. Así lo he hecho esta última vez. Probé por primera vez el Hotel Central Plaza y me gustó bastante. Mi habitación tenía una vista preciosa, como se puede ver en la segunda foto, con todo nevadito. Además, su gimnasio tiene una máquina de esas Power Plate, con plataforma vibradora, así que también supuso una novedad agradable en mis sesiones de entrenamiento. 

La noche del viernes también la pasé en la ciudad, porque volaba a Vigo el sábado muy temprano. Carlos y su marido, David, me invitaron a cenar en su casa en Baden, un pueblecito que me imaginaba horroroso, tipo polígono industrial, y que resultó tener bastante más encanto, entre colinas, con un castillo y con algo de casco viejo (que no visitamos porque la noche no estaba para paseos). 



lunes, 9 de enero de 2017

México en el Grand Palais

Tenemos un poco de estrés, en este arranque de 2017, con todas las exposiciones que tenemos pendientes en París. A finales de enero, o principios de febrero, todos los museos renuevan sus exposiciones temporales, y por pitos o flautas, que si la boda, que si viajes, hemos acumulado unas cuantas que queremos ver.  Este fin de semana decidimos empezar a tachar cosas de la lista de pendientes, y empezamos por la exposición dedicada a México en el Grand Palais. Nos encantó!. Mucho Diego Rivera, y varios Frida Khalo, pero más allá de eso, un montón de artistas y obras de arte moderno, ya que el periodo que cubre la exposición es entre 1900 y 1950. Una maravilla.  







sábado, 7 de enero de 2017

El flamenco de Sara Baras

El día de Reyes fuimos a ver el ballet flamenco de Sara Baras en el Teatro de Campos Elíseos. Nos gustó mucho el edificio, estilo art-decó, del arquitecto Augusto Perret, el de Le Havre. Las esculturas son de Antoine Bourdelle, del que dBt es absoluto fan porque su estudio de Montparnasse, estaba en la calle que lleva su nombre y literalmente pegada a su taller-museo.  

Respecto a Sara Baras, hay que decir que fue todo un acierto ir. Nos gustó la puesta en escena, con toques bastante modernos. Por ejemplo, hay un par de piezas en las que incorpora un saxo y la verdad es que queda francamente bien. Claro que, en general, nosotros no somos muy de flamenco y nuestras experiencias son muy limitadas. Yo sigo sin soportar el cante jondo, pero las coreografías y los zapateados me dejan bastante hipnotizado.



viernes, 6 de enero de 2017

Marionetas en París y nieve en Zurich

El último día de jap en París, le llevamos a descubrir las "poupées". No podíamos permitir que estuviera en la ciudad en Navidad y no conociera las marionetas de las galerías Printemps y Lafayette. Nos encantaron a todos. También, en plan despedida, cerramos con él la temporada de estrenos de cine en casa viendo Snowden de Oliver Stone; muy recomendable. 

Esta primera semana del año también fue la de mi primer viaje... a Zurich. Pasé allí un par de días, para comenzar a planificar el año con el equipo. Nunca había visto el barrio de las oficinas, Oerlikon, con toda esa nieve; muy mono todo. 



domingo, 1 de enero de 2017

Magritte en Año Nuevo

Hemos salido del año comiendo las uvas en grupo, y a ritmo de piano. Efectivamente, las amigas de Juan (M) daban uno de sus conciertos en la casa de las croquetas y allí nos fuimos, cargados de uvas para todo el mundo. Cenamos previamente en nuestra casa, con Ronke y con jap, porque preferíamos estar primero tranquilos los 4, pero luego nos unimos al grupo grande y aleccionamos a casi 20 franceses en cómo tomarse las uvas. No había televisión pero improvisamos una conexión con TVE1 a través de iPad y uno de los invitados amplificó las campanadas con el piano. Toda la parafernalia estuvo graciosa. Después seguimos la fiesta todos juntos un par de horas más con música y bailoteo. 

El día de Año Nuevo nos acercamos al Pompidou y dBt y yo vimos la exposición de Magritte. No es un pintor que nos vuelva locos pero tiene algunos cuadros interesantes. Por su parte, jap, que está convaleciente de catarro, se quedó en casa acabando de ver la retransmisión del tradicional concierto desde Viena. Y así ha empezado 2017, con arte y con mucho frío (-4 grados esta mañana).