jueves, 27 de mayo de 2010

Parques: del Siglo 19 al 21

El fin de semana pasado hizo un calor exagerado en París, de agobiarse un poco, incluso. Total, que dónde se estaba mejor era en los parques. Pegado a mi oficina, en el distrito 7, hay uno que todavía no conocíamos, el Parque Monceau, toda una joyita del siglo XIX, que por lo visto inauguró Napoleón cuando se hizo público.  No es un parque muy grande pero tiene, sin duda, mucha clase. Está rodeado de edificios super chulos y tiene muchas estatuas. También hay una rotonda muy chula y un estanque rodeado de columnas; todo con un toque clasicista.
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También estuvimos en el Parque André Citröen, en el distrito 15, más allá de la Torre Eiffel, pegado al Sena y pasando un poco la réplica de la Estatua de la Libertad que hay en el río. Es un parque de finales del siglo XX, de los años 90. Muy chulo; nos encantó. Tiene zonas muy diferentes entre sí: rollo bosque denso, rollo jardincito de diseño, mega explanada de cesped llena de parisinos tomando el sol y un globo aerostático, una fuente de chorros de agua que salen del suelo y que estaba plagada de niños, invernaderos, pasos elevados... Está estupendo. Muy moderno pero nada frío.

Por último, el domingo hicieron un montaje en los Campos Elíseos que se llamó Nature Capitale. Toda la avenida cortada para montar una mezcla de jardín y de campo agrícola. Estuvo organizada por los Jóvenes Agricultures de Francia, y había zonas de árboles, de leguminosas, cereales, algunas flores. Muy bien montaje. Calculan que asistieron 800 mil personas (ese es el dato que daban en la tele). Estuvo muy bien para ver la avenida sin tráfico y con una exposición tan peculiar, pero pegaba un solazo y había tanta gente...

domingo, 23 de mayo de 2010

Lady Gaga en Bercy

No me quito de la cabeza el arranque del concierto de Lady Gaga este sábado en el Omnisports de Bercy : un gran telón y su silueta del otro lado sin apenas moverse y cantando "Dance in the Dark". La letra de la canción me parece genial: ella baila en la oscuridad, lejos de la mirada y de la censura de él, todo un texto de independencia y fortaleza femenina. Ese inicio y el final con el super éxito "Bad Romance" son, en mi opinión lo mejor de esta gira "The Monster Ball Tour". No es que el resto esté mal, simplemente que tiene un ritmo muy irregular. Creo que parte del problema son las continuas transiciones a nuevos vestidos y el abuso de escenas de super-estrella, al estilo: Lady Gaga tirada en el piano, o en el suelo. Esos momentos entre canciones se acaban haciendo muy largos y se pierde el ritmo del concierto: pasas de bailar todo animado a admirar a la estrella como si estuvieras en una obra de teatro.
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Después del concierto, lo que sí tengo claro es que Lady Gaga arrasa ahora mismo. El público estaba entregadísimos: pidieron cantando "Bad Romance" y salían del concierto cantando colectivamente la canción por los pasillos de salida. También es interesante todo el rollo que lleva esta mujer de alegato de la "diferencia", de ahí lo de la gira de los "monstruos". Hay momentos en los que parece que hace psicoanálisis colectivo contando al público cómo no creían en ella, no la veían suficientemente guapa, ni que escribiera letras suficientemente buenas, o bailara suficientemente bien. Pero ella les dijo a todos "que os jodan, soy una estrella". Y ahí la tienes.

jueves, 20 de mayo de 2010

Ruta funeraria por París

Con ocasión de las visitas familiares hemos aprovechado para hacer turismo. Durante la visita de mis padres cogí un par de días de vacaciones que unidos a los fines de semana dieron para bastantes cosas. Me di cuenta entonces de que entre los distintos atractivos turísticos de la ciudad hay un lugar destacado para las tumbas en sus variados formatos.
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Por un lado está le Dôme, con su cúpula dorada, dónde está la tumba de Napoleón. Me gustó más de lo que hubiera imaginado, con todas esas capillitas de sus generales principales y ese enorme sarcófago; todo tan majestuoso y algo vampírico. Desde luego es lo más interesante del mega edificio de Les Invalides. Pagas entrada única por ver la Iglesia y el Musèe de l'Armée, aunque en mi opinión el museo no tiene gran interés (claro que a mi los ejércitos no me llaman nada).
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Mucho más interés tiene el Panteón, como que me parece de visita obligada en París. El edificio está en una colina por encima del Barrio Latino y se ve desde numerosos puntos en la ciudad. Es increible por fuera y por dentro. Casi más por dentro porque te sientes una pequeñez y porque te rodea la "grandeur" francesa. En la planta principal unos enormes paneles-lienzos recrean grandes momentos de la historia de Francia, como el tríptico dedicado a Juana de Arco. En el centro, bajo la cúpula, el Péndulo de Foucalt. En la cripta, todas las tumbas de los grandes nombres de su historia: filósofos, escritores, científicos... Me parece una visita básica en la ciudad, aunque no creo que esté en las rutas habituales.
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En nuestra ruta funeraria parisina visitamos, por último, el Cementerio de Montparnasse. Tiene su encanto. Todo son tumbas de tierra y mini-panteones alrededor de una glorieta central con una estatua de un angel. Las tumbas de Sartre y Simone de Beauvoir son las que se encuentran más fácil porque están al lado de la puerta. Hay muchos otros escritores y artistas enterrados pero no teníamos paciencia para ir visitando tanta tumba. Tiene su punto para dar un paseo y ver los edificios pegados al cementerio, incluida la Tour Montparnasse. En conjunto me decepcionó un poco, tal vez porque yo me lo imaginaba demasiado romántico. Hay algunos otros cementerios famosos en la ciudad, así que tal vez encontremos algún otro más interesante en el futuro.

lunes, 17 de mayo de 2010

Noche de los Museos

El sábado fue la Noche de los Museos en Europa. Coincidió que era nuestra primera "noche libre" en dos semanas, tras las visitas en París de mis padres y de los de dBt. Nos acercamos con el atardecer al Grand Palais. Había un montaje de cañones de pompas de jabón con distintos olores, música relajante y luces iluminando la cúpula central. Lo mejor de todo, en cualquier caso, fue el propio edificio, una estructura gigantesca de acero y cristal, con una gran escalera de hierro en el interior. Aunque había entrada gratuita a las exposiciones temporales, no las vimos porque había demasiada cola.

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Teníamos previsto hacer algún museo más pero habíamos quedado con unos amigos de Barcelona y ellos estaban muy cansados. Nos fuimos a tomar algo a Le Marais y cuando ellos se retiraron, nosotros nos acercamos, de camino a casa, al Hôtel de Soubise que es una de las sedes de los Archives Nationales. Hacía algún tiempo que queríamos entrar porque hemos pasado varias veces por la puerta paseando y el patio es muy chulo, con un peristilo de columnas. Esa noche estaba muy bonito, con todo iluminado con velas, una barra de bar y gente sentada por el jardín. El interior es interesante pero tampoco te deja boquiabierto, cómo parece que es la tónica con casi todo en París. Hay varias salas con muebles de época, como las habitaciones del Príncipe y la Princesa de Soubise y también algunas salas habilitadas para exposición temporal.
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Todavía en la ruta hacia casa, nos acercamos al Pompidou pero ya no dejaban pasar. Eran más de las 12 y el horario de cierre de todos los centros era entre las 12 y la 1 (horario de noche "europea"). Nos volvimos felices a reencontrarnos con nuestra cama, después de tantas noches exiliados en el sofá del salón.
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viernes, 14 de mayo de 2010

Paréntesis en Bruselas


Y finalmente mis padres se fueron, y vinieron los padres de dbt. Unos se fueron el lunes y otros llegaron el martes. Al menos la nube de ceniza volcánica no les afectó. Han tenido todos bastante suerte porque justo el fin de semana anterior fue, de nuevo, de cancelaciones y cierres de aeropuertos en España.
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Toda esta semana, de lunes a jueves, yo he estado de reuniones de trabajo en Bruselas, así que no puedo quejarme de borrachera familiar porque al menos he tenido un paréntesis. Viajar a Bruselas desde París es comodísimo, porque hay trenes de alta velocidad que unen las dos ciudades en 1 hr y 20'. El hotel, pretencioso y de precio excesivo, estaba situado justo detrás de la Grand Place, en la calle del Manneken Pis, esa estatua un poco absurda del niño haciendo pis (la única gracia son los vestiditos que le ponen, cada día un modelito distinto). La buena situación del hotel me permitió darme un buen paseo por el centro de Bruselas ayer jueves, antes de volverme a Paris, para relajarme y volver con optimismo de cara a estos nuevos días de visita familiar.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Un aniversario con vistas

Mis padres llevan 58 años casados, a los que hay que sumar otros 5 de noviazgo. Da un poco de vértigo y al mismo tiempo es algo muy bonito, como de historia épica de amor a través de las generaciones y los cambios históricos. Pensar que han vivido los difíciles años 40 con sus miserias, la eclosión del pop en los 60, la transición política... la TV en blanco y negro, la proliferación de automóviles... En fin, qué cosas. El caso es que les ha pillado celebrar el 58º aniversario en París. Para celebrarlo hicimos una visita al Arco del Triunfo por la tarde, cuando yo salí de trabajar. Nos tocó subir a pie porque el ascensor no funcionaba; menos mal que son unos abuelos muy en forma a sus 80 años. Las vistas nos encantaron a todos. Me parece una visita muy recomendable y fotogénica: La Défense en un lado, Montmatre en otro, los Campos Elíseos y el Louvre al fondo, la Torre Eiffel... Estupendo para ubicar bien toda la ciudad: se distingue perfectamente el Pompidou, Notre Dame, el Panteón, la cúpula de Les Invalides... Todo, todito.
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Al bajar del Arco del Triunfo nos fuimos en metro a la Tour Montparnasse, en plan sorpresa. Ellos pensaban que volvíamos a casa. Hay un mirador en la planta 56 acristalado y también acceso a una terraza descubierta en la planta 59. La entrada es algo cara (11€) pero las vistas son estupendas. Llegamos para disfrutar del anochecer de París. Eso sí, en la terraza hacía demasiado frío (tela estos días con la temperatura).
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Para completar el día, cenamos, también en plan sorpresa, en Le Ciel de Paris. El restaurante ocupa la parte de la planta 56 de la Torre que no es mirador, el lateral que da a la Torre Eiffel. Las mesas están situadas en plan terraza para que todas tengan vistas. La nuestra estaba pegada a la ventana y para ellos, y nosotros, fue genial celebrar el aniversario viendo la Torre Eiffel, que a mi casi me gusta más de noche que de día, por la iluminación. A las horas puntas cambia la iluminación durante 5 minutos en plan  "punteado de luces" y alli estábamos, cada hora, esperando esa especie de campanadas luminosas. Una noche muy emocionante. 


domingo, 2 de mayo de 2010

Domingo en el Louvre

He bajado a primera hora de la mañana a comprar croisants para desayunar. Aproveché también para subir unos ramitos de Muguet, para desear buena suerte en casa aunque fuera con un día de retraso (ayer no nos enteramos de que era tradición regalarlos el 1º de Mayo). Ha sido una forma estupenda de comenzar el Día de la Madre.
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Ha sido día de museos en familia para aprovechar que eran gratuitos, como cada primer domingo de mes. Visitamos el Louvre por la mañana. Entramos por la Puerta de los Leones, para evitar las colas de la entrada principal de la Pirámide. Esa entrada te lleva directamente a la pintura española, y de ahí a la italiana con su Gioconda, siempre acosada por las hordas de visitantes. Las secciones de pintura de la primera planta dan paso a las secciones de bronces y cerámica griega y después pequeños objetos de Egipto. Un gusto ir cambiando de épocas y civilizaciones al ritmo del paseo interior por el museo. En la planta baja, en esa misma zona del edificio (Sully) se encuentra el arte funerario egipcio, con sus sarcófagos y demás parafernalia. Un paso inferior te lleva de las tumbas egipcias a los restos medievales del edificio: anterior al palacio del Louvre, había un castillo medieval, con su foso y su Torre del Homenaje. Se conservan en perfectísimo estado los cimientos de ese castillo y puedes pasear alrededor del muro; muy interesante. Acabamos la visita con escultura griega y en particular, con la Venus de Milo.
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Después de la comida nos acercamos al Pompidou. Continúa la exposición sobre artistas femeninas en el arte contemporáneo, pero nosotros vimos principalmente la colección permanente de la planta 5, y por supuesto las estupendas vistas desde la planta 6, que fue lo más celebrado por mis padres, ya que no son ellos de demasiado arte contemporáneo.

sábado, 1 de mayo de 2010

Primero de Mayo francés

Mis padres llegaron ayer viernes a París. En esa primera tarde nos dio tiempo a tener un primer contacto con la ciudad, con un largo paseo  que nos llevó hasta el Jardin de Luxemburgo, después de cruzar el Sena y pasear por el Barrio Latino. Hoy, Primero de Mayo, ha sido un día de caminar sin parar atravesando toda la ciudad. Desde Montorgueil hasta el Arco del Triunfo, por Tullerías y Campos Elíseos, y vuelta por Bulevar Haussmann. En total unas 4 horas y media de caminata a la que hay que sumar el tiempo de comida y café. Estos abuelos van a acabar con nosotros porque parece que no se cansan nunca.
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En nuestra vuelta a casa por los Grandes Bulevares nos tropezamos de frente con la manifestación del 1º de Mayo. Nos encantó el encuentro por ver el ambientillo y porque mis padres son muy de manifestación. Era una marcha muy animada, con mucha música, furgonetas con altavoces, grandes globos e incluso alguna mini-carroza con gente cantando micrófono en mano. A mi me recordó las marchas del Orgullo Gay. Nada que ver con el aburrimiento que destila el sindicalismo en España. Con lo que me quedé muerto directamente fue con los carteles pidiendo la jubilación a los 60. No parece muy realista, con la prolongación de la esperanza de vida, pretender que el estado pague más años de pensión e ingrese menos por cotización. No entiendo cómo hacen las cuentas los sindicatos franceses.
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Durante todo el día vimos un montón de puestos callejeros de flores. Al llegar a casa, dbt descubrió que el Primero de Mayo es además en Francia la Fiesta del Muguet, unas flores blancas en forma de campanilla. Se celebra desde tiempos medievales simbolizando la renovación y la primavera. Todo el mundo se regala ramilletes porque se supone que dan buena suerte. Qué tradición tan bonita y nosotros sin enterarnos! No hemos comprado las flores en todo el día.