jueves, 26 de noviembre de 2020

Parque del Oeste

A unos 10-15 minutos de casa tenemos el Parque del Oeste. Hemos paseado por allí varias tardes, disfrutando de los colores del otoño y familiarizándonos con la estructura general del parque, que tien forma de L y un fuerte desnivel, algo que lo dota de muy buenas vistas hacia la Casa de Campo.

En uno de nuestros paseos nos tropezamos con la columna-homenaje a La Veneno. Nos quedamos impresionados con la cantidad de flores, velas, mensajes en cartulinas y soportes varios. Luego entendimos que toda esa proliferación de cariño se debía a que había sido recientemente el aniversario de su muerte. Precisamente estas semanas estamos viendo la serie sobre La Veneno de los Javis, que nos tiene encantados. Llevamos 4 capítulos porque la estamos dosificando un poco, para saborearla y no consumirla con ansiedad. Nos ayuda a ir con calma el hecho de que comenzamos a verla con jap cuando pasamos unos días en su casa, antes de la mudanza, así que ahora sólo seguimos avanzando si nos juntamos los 3 en casa. 

El momento ideal para pasear por el Parque del Oeste es el atardecer, porque el sol se pone sobre el horizonte. El mejor observatorio es, obviamente, la esquina del parque donde está el Templo de Debod. Es verdaderamente sobrecogedora esa imagen del Templo con el sol detrás y la lenta emergencia de colores naranjas y rojizos durante el crepúsculo. La vista hacia la Plaza de España con el Templo iluminado y las primeras luces en la ciudad tampoco tiene desperdicio. Sin duda, es el sitio por excelencia para disfrutar de la puesta de sol y el atardecer en Madrid. Todo apunta a que, al tenerlo tan cerca,  se convertirá en un escenario clásico para muchos de nuestros paseos. 





martes, 17 de noviembre de 2020

Dos semanas en Reyes

Día arriba, día abajo, llevamos un par de semanas en la calle Reyes. Estamos contentos con como va progresando las cosas pero aún queda mucho por hacer. Ya tenemos wifi, ya hemos probado todos los electrodomésticos y ya hemos vaciado prácticamente todas las cajas de mudanza. Todavía queda mucho por organizar pero ya nos sentimos en casa, y nos vamos familiarizando con los espacios, la luz y los ruidos. 

Tenemos que comprar algunos muebles y esperamos poder hacerlo alrededor del Black Friday a finales de mes. Sin embargo, antes tendremos que resolver dónde ubicamos el salón y el comedor. En estos días, hemos cambiado de sitio la mesa y el sofá en varias ocasiones y tendremos que fijar sus posiciones definitivas antes de comprar nada.  

En estas dos últimas semanas todo ha girado, lógicamente, alrededor del piso, pero también nos hemos dado unos buenos paseos por Madrid. Estamos encantados con la ciudad. Comparado con París, la gente nos parece mucho más amable y todo nos resulta más fácil y ... más barato. Hemos identificado, además, varias exposiciones con muy buena pinta y esperamos poder empezar a disfrutar de la vida cultural de la ciudad pronto. Lo que sí hemos visitado es la Casa de México en España y nos ha gustado bastante. A principios de noviembre tenían un "altar de difuntos" bien macabro, florido y colorido (dos últimos fotos). 




martes, 3 de noviembre de 2020

Días de transición

El martes pasado empaquetamos en París y este martes toca comenzar a desempaquetar en Madrid. Entre medias, ha transcurrido una semana de muchas emociones e ilusiones. Los dos primeros días nos quedamos en un hotel delante de la Gare de Saint-Lazare, uno de esos edificios señoriales con un gran patio central y un toque contemporáneo con 3 grandes cuadros detrás de la barra. Estaba casi vacío y a punto de cerrar porque Macron anunció un nuevo confinamiento inminente. Volamos a Madrid el jueves, el día anterior a que Francia se encerrara de nuevo. 

Estos primeros días enn Madrid nos hemos quedado  en casa de jap. Aprovechamos el fin de semana largo para hacer varios viajes de "traslado" desde su casa a la nuestra. Nos quedamos impresionados con todo lo que teníamos acumulado en su casa. Ha sido una okupación en toda regla. Aún no hemos acabado de moverlo todo. 

Han sido días de solazo y temperaturas de 20 grados. La ciudad está mucho más animada de lo que esperábamos. Salí a correr varios días para compensar la ausencia de gimnasio. También salimos a comer y cenar, nos vimos (con todas las precauciones) con mi hermano mayor y cuñada, e incluso fuimos al cine a ver La Voz Humana de Almodovar. Cuesta creer que en Madrid aún se siga haciendo vida "normal" mientras la mayor parte de Europa vuelve a estar confinada. Veremos cuánto dura esto. Si hay confinamiento domiciliario, al menos estaremos entretenido organizando y decorando los espacios del nuevo piso. Tenemos para rato con las más de 160 cajas que vienen de París.