domingo, 27 de octubre de 2013

Vida social en Londres

Llevamos un par de fines de semana consecutivos con mucha vida social. Ha sido volver de Australia y acumular encuentros con amigos varios. Por un lado nos hemos visto con Saif en varias ocasiones y formatos; también con mis compis de oficina y con Miki.

En el apartado celebraciones, hemos tenido una amiga alemana que se vino a Londres para organizar un Afternoon Tea en el Brown's Hotel. Nos gustó ese concepto de reunir a amigos que no se conocen entre sí alrededor de un té. Eramos 14 personajes muy variopintos pero resultó muy agradable, y el servicio y la calidad de sandwiches y dulces estuvo muy bien.

Finalmente, en el apartado visitas, hemos tenido a Charo con nosotros. La hemos iniciado al ritual del Afternoon Tea en The Connaught Hotel. Todo buenísimo pero un poco disparado de precio. Al menos te dan unas cajas monas, en plan "doggy bag", para que te lleves a casa las sobras, así que nos volvimos a casa con toda una ración de pasteles. Pero no todo ha sido comer. También hemos visitado un par de galerías: el nuevo pabellón de Zaha Hadid en la Galería Serpentine, en Hyde Park, y la exposición Master Editions en Halcyon Gallery, que reúne serigrafías de un montón de autores, como  Andy Warhol y su retahíla de Maos de la foto. 


domingo, 13 de octubre de 2013

Vida urbana en Australia

Ya estoy de vuelta en Londres. La ciudad me ha recibido con lluvia, para recordarme que el verano queda atrás. Resignado, he guardado bañadores, camistas de tirantes y chanclas hasta el próximo año. 

En estas últimas semanas hemos vista la mayor variedad posible de pantalones cortos y chanclas para chicos. dBt fue el primero en observar la consistencia del vestuario masculino. También el hecho de que en general están muy cuidados y musculados. Y no es de extrañar porque el deporte es omnipresente. Se ve a gente corriendo por todos lados. También bicicletas, y por supuesto surfistas en las playas. Todo como en las películas.

Las vibraciones que nos han generado Brisbane y Sydney han sido muy diferentes. La primera es una ciudad que pese a su skyline de metrópoli, y su crecimiento vertiginoso en los últimos años, no deja de ser pequeña. Se nota en las calles, particularmente apagadas los fines de semana. La ciudad vive alrededor del río y el ambientillo general es vacacional, por aquello del clima tropical y el vestuario. Una ciudad muy relajada y agradable. 

Sydney, en cambio, tiene un ambiente de gran ciudad que se nota desde el primer momento. Bullicio, tráfico, mezcla de gente en las calles, mucho más dinamismo y energía en todos los sentidos. Una de esas ciudades cosmopolitas que a nosotros nos carga las pilas y nos pone algo eléctricos intentando hacerlo todo. Con todo, nos ha parecido una ciudad manejable, en distancias y puntos de interés. No desborda.

Mención aparte merece el tema gay. En Brisbane apenas se ven. Hay algunos locales pero muy poca visibilidad de gays y lesbianas. Sydney es mucho más gay-friendly pero el número de locales es bastante reducido. Nada que ver con el Village de Montreal o los barrios gay europeos. El nuevo mundo del Pacífico sur no nos ha parecido, en ese sentido, particularmente avanzado.  



miércoles, 9 de octubre de 2013

Fauna australiana

No hemos visto ni koalas ni canguros en estas semanas. Nos hemos cruzado con alguna reserva de fauna salvaje y zoológico pero a mi los animales sólo me gustan en libertad, y con matices. De entre las criaturas que sí nos hemos encontrado destacan dos. La primera es una especie de cigüeña, blanca y negra y de pico largo que se ve por todas partes, principalmente ciudades. No tiene buena reputación entre los locales porque su comportamiento es entre gaviota y paloma, es decir, más bien carroñera y atrevida. 

En segundo lugar se hallan los los reptiles, en varios tamaños y colores. En Brisbane a lo largo del río se ven grandes lagartos, o más bien una especie de iguanas. En la playa Whitehaven de las Islas Whitsunday nos tropezamos con esa especie de dragón de Komodo de la foto, que representa un salto cualitativo importante. Imponía bastante con sus andares de dinosaurio y su larga lengua. 

De esa misma playa me vine con lo que creo es una picadura de medusa en un codo. Fue claramente en el agua porque recuerdo el ardor que sentí. Inicialmente no se veía nada, pero a lo largo del tiempo fue evolucionando hacia una especie de quemadura, incluyendo una ligera costra. No me extraña que recomienden usar trajes anti-medusa. Al menos no ha sido de las realmente peligrosas y en todo caso prefiero pensar que ha sido una medusa y no algún tipo de alien que me haya inoculado un extraño pasajero :). 

Por último, tengo que confesar que hemos visto cucarachas enormes en varias ocasiones, incluyendo al lado de la Opera de Sydney. No me extraña que pululen con este tiempo tan veraniego pero no dejan de ser repelentes en todos los hemisferios. 


lunes, 7 de octubre de 2013

Gold Coast, el Benidorm australiano

Las vacaciones se han acabado y dBt ya está de vuelta en Londres. A mi aún me queda por delante esta semana de trabajo en Brisbane. El domingo que él se iba, cerramos las vacaciones con una excursión en tren a la Gold Coast, a 100 km hacia el sur de Brisbane. 

Es un destino turístico de primer orden en Australia (de hecho, la sexta ciudad del país, con aproximadamente medio millón de habitantes). Es toda una sucesión de playas kilométricas que acumulan parques temáticos, centenares de kilómetros de canales navegables (para acceder a las urbanizaciones en barco) y un "skyline" que parece sacado de una gran ciudad. El centro de este largo conglomerado urbano costero es "Surfers Paradise", dónde se encuentra el edificio Q1 y su mirador SkyPoint, desde el que están tomadas las fotos de abajo. 

Aunque pueda parece todo un poco turi-hortera (y lo es, no hay más que fijarse en los nombres), nos gustó bastante, aunque sólo para pasar unas pocas horas. Nuestro día fue muy completo. Empezamos con un paseo por un parque nacional con vegetación tropical que se encuentra algunos kilómetros hacia el sur, en un promontorio mirando al mar, en Burleigh Heads. Continuamos con un baño con salto de olas surferas para soltar buenas cantidades de adrenalina y terminamos con unas vistas magníficas desde la torre-observatorio de Surfers Paradise para despedirnos de ese océano color turquesa. 


La Bahía de Sydney

Nuestra última actividad en Sydney, antes de ir al aeropuerto para volver a Brisbane, ha sido subir a la Torre para tener una panorámica general de la ciudad. La visión del centro está bien, con todos los rascacielos en primera línea, pero sobre todo es interesante la perspectiva de la bahía. Ese magnífico puerto natural explica la fundación de la ciudad. Es una bahía llena de recovecos, de penínsulas y ensenadas, y también de barcos deportivos por todas partes. 

El sábado en que nosotros subimos a la torre había un mega evento militar, una "revisión de la flota" o "Fleet Review" que congregó a un montón de barcos de la marina australiana. Por la tarde había un gran espectáculo de fuegos artificiales pero nosotros ya lo vimos en la tele desde Brisbane, sin aglomeraciones. 

Nos gustaron las vistas desde la torre pero en cualquier caso esa bahía es fotogénica desde cualquier sitio. Sin ir más lejos, desde la zona de la playa nudista desde la que se disfruta de todo el "skyline" de la ciudad. 



domingo, 6 de octubre de 2013

Un centro comercial victoriano

Hay una cosa de Sydney que me ha encantado por su belleza absoluta y por ser además una sorpresa total: el Queen Victoria Building. Es un centro comercial construido a finales del siglo XIX en estilo victoriano. Lo habíamos visto por fuera en varias ocasiones y, aunque nos gustaba, no estaba en nuestra lista de visitas. Entramos por azar una mañana que llovía y que aprovechamos para buscar una maleta de mano para mi (la anterior había quedado destrozada en el último viaje). No había maletas, pero nos quedamos tan impresionados con el interior que lo recorrimos de arriba abajo haciendo un montón de fotos.

Todos los detalles del edificio son maravillosos: las arcadas de las tiendas, los relojes, la cúpula central, las puertas de acceso, los pavimentos de los suelos, los ascensores... Hasta los baños tienen un punto de época perfectamente cuidado. Una delicia de edificio que me generó un momento de entusiasmo parecido al que tuve al descubrir Le Bon Marché de París. Son sitios que probablemente no aparecerán en las guías como visitas imprescindibles pero para mis son básicos a no perderse.



sábado, 5 de octubre de 2013

Las playas de Sydney

A media hora al este de Sydney se encuentra Bondi Beach, la playa más afamada y grande de la ciudad. A su lado hay algunas otras playas más pequeñas, encajonadas entre pequeños acantilados. Todas ellas son más bien playas de surferos porque no son muy aptas para el baño. Sus fuertes olas y corrientes las hacen muy peligrosas. De hecho, el día que nosotros las visitamos estaban cerradas al baño salvo una pequeña franja en el centro de Bondi Beach de unos 50 metros, constantemente patrullada por los vigilantes motorizados de la foto. Por si fuera poco, en verano instalan una red anti-tiburones así que definitivamente estas son playas para vivir peligrosamente. 

Más hacia el norte se llega a un parque nacional que se llama The Gap, una zona de acantilados muy bonita que es, como Beachy Head en Inglaterra, un lugar habitual de suicidios. Toda la zona está vallada para evitar acercarse al borde y hay repartidos numerosos carteles con el teléfono de la esperanza.  Los acantilados miran al Océano Pacífico por un lado y a la bahía de Sydney por el otro. El perfil de la ciudad se divisa al fondo, y de ese lado hay también algunas pequeñas playas mucho más tranquilas. Una de ellas, Lady Bay Beach, es nudista (y gay). El agua está fresca (nada que ver con las playas de la Barrera de Coral) pero pudimos finalmente darnos un baño porque al menos no había olas asesinas ni riesgo de tiburones. 



jueves, 3 de octubre de 2013

Arte en Sydney

En los últimos días, hemos ido a un par de museos aprovechando los horarios "nocturnos" (= de 5 a 9). En ambos casos había música en vivo, zona de copas y bastante ambientillo en general. La visita más interesante ha sido a la "Art Gallery of NSW". Las siglas corresponden a "New South Wales", el estado en el que se encuentra Sydney. Tiene arte europeo y australiano, principalmente de los siglos XIX y XX. Vimos algunas  cosas interesantes, entre ellas los cuadros de abajo de John Brack y "Tres Bañistas" de Ernst Ludwig Kirchner

El otro centro que hemos visitado es el Museo de Arte Contemporáneo de Australia, que nos ha dejado más bien fríos. Había una instalación temporal con enormes contenedores de mineral de hierro y vídeos sobre aborígenes que me gustó por aquello de que es el sector en el que ahora trabajo. Más allá de eso, nos gustaron algunas obras de artistas aborígenes, pero más bien pocas; sólo aquellas que tenían motivos geométricos o humanoides como las de abajo. Me temo que somos demasiado occidentales en nuestros gustos artísticos.



miércoles, 2 de octubre de 2013

Opera de Sydney

Desde que hemos llegado a Sydney nos da la impresión de que no hacemos más que girar en torno a la Opera. Que si vistas desde los muelles de ferrys, que si vistas desde el jardín botánico, que si vistas desde el puente de la bahía... Queda bien desde todos los ángulos, y se ve desde un montón de puntos de la ciudad, porque está situada en una pequeña península. 

La primera noche tomamos un mojito en las terrazas que hay al lado de la entrada. Son de autoservicio y tenían mucho ambientillo. También hemos hecho la visita guiada para ver el interior y conocer un poco más la historia del edificio. Básicamente hubo un concurso de arquitectura a finales de los 50 que ganó un danés por su diseño rupturista. Después vinieron los problemas de ejecución porque los dibujos del boceto no eran tan fáciles de llevar a la práctica y más en una época en la que no había ordenadores para los cálculos matemáticos. Tardaron 16 años en construirla y el presupuesto se fue por las nubes. Acabaron prescindiendo del arquitecto original y nombrando un panel de arquitectos australianos. A pesar de la polémica, el resultado final es una obra declarada Patrimonio de la Humanidad que nosotros estos días no nos cansamos de fotografiar.



martes, 1 de octubre de 2013

Sobrevolar los arrecifes de coral

Nuestro vuelo a Sydney (próxima escala de las vacaciones en Australia) salía de Hamilton Island. A ese aeropuerto sólo se puede llegar en ferry o en avioneta y nos decidimos por la segunda para poder combinar el transfer con un "vuelo escénico" por la zona. Así, hemos podido sobrevolar las Islas Whitsunday y la Gran Barrera de Coral durante una hora antes de que nos dejaran en el aeropuerto (en la esquina derecha de la última foto).

La experiencia desde el aire ha sido totalmente distinta a la de estos días anteriores. Las islas se ven estupendas. La gran mayoría no tienen construcciones y son todo bosques, playas, y aguas coralinas.   Pero sin duda la gran emoción es sobrevolar los arrecifes de coral. Sólo desde el aire se puede apreciar la escala y maravilla de la Gran Barrera de Coral: lagunas, "ríos" que transcurren entre paredes de coral, infinitos tonos turquesa, arrecifes de múltiples formas (incluyendo el "corazón" de la cuarta foto)...  También muy espectacular se ve la playa kilométrica de Whitehaven en la que estuvimos ayer (penúltima foto). En fin, que me he quedado maravillado con la despedida de esta zona de Australia y  si tuviera que recomendar algo de estas vacaciones sería sin duda este vuelo (y el snorkel).