Paseo con maleta por Milán
Tengo sobredosis de aeropuertos, tanto que a veces me lío. El viernes en Milán estuve a punto de subirme en un tren con destino a Malpensa cuando mi vuelo salía en realidad de
Linate. El efecto colateral agradable es que me vi con algo
más de tiempo del previsto y pude darme un paseo por el centro de Milán, eso sí arrastrando
maleta, que no es lo más práctico del mundo. Aún así, la adrenalina de un paseo inesperado en la ciudad me dio la energía suficiente para sortear bordillos y calles de adoquines. Pasé por algunos sitios conocidos pero también descubrí algunos nuevos, en concreto las ruinas romanas del palacio imperial,
escondidas entre edificios de nueva construcción. Me encantó el hallazgo y
darme cuenta de que el Milán romano es algo más que las
Columnas de San Lorenzo.