martes, 1 de mayo de 2007

Milán

No me imaginaba Milán así, con tanto edificio de piedra con solera. Tanto oir que era una ciudad moderna que no me esperaba el tranvía y todos esos edificios decimonónicos. Nuestro hotel estaba enfrente de la Iglesia Santa Maria delle Grazie, dónde está el cuadro de La última Cena, el del Código da Vinci. Imposible verlo; todo reservado hasta finales de mayo.
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Lo que más nos ha gustado ha sido la Galería Vittorio Emanuelle II, aunque dvt se la imaginaba mucho más grande, y el Duomo, una de las catedrales más bonitas del mundo, con todas sus agujas coronadas de estátuas. También merecen la pena el Barrio de la Moda y el de Brera, inundado de mesas de lectoras de cartas. Entre las casualidades interesantes nos cuadró una exposición de diseño en el Castello Sforzesco y una Cow Parade, que tenía a la ciudad atiborrada de vacas (por cierto, hay también una prevista en Vigo en 2007).