miércoles, 30 de diciembre de 2009

Alrededor de Carlos Berlanga

Días de vacaciones en Madrid para disfrutar de pequeñas cosas inusuales. Hoy aprovechamos para acercarnos a una kedada mob en la calle Arenal. Se trata de lo que los americanos llaman flash mob: un grupo de gente anónima se reúne en algún punto a una hora determinada para hacer alguna cosa "friki", tipo batalla de almohadas callejera. Nos habían llegado avisos en otras ocasiones pero no nos había cuadrado bien. Hoy fuimos: un hombre disfrazado de "don dinero" hacía monerías en la calle y la gente le imitaba en fila india detrás. Un poco sosita, la verdad, pero estuvo bien ver el numerito.
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Después bajamos a Delicias a ver la exposición Viaje alrededor de Carlos Berlanga. Maravillosa. Para empezar fue un descubrimiento la Sala de Exposiciones El Aguila, antigüa fábrica de cervezas, ahora reconvertido a centro cultural con biblioteca, sala polivalente y archivo regional de la Comunidad de Madrid. Era un espacio que no conocía y que está francamente bien. La exposición de Carlos Berlanga ocupa dos plantas y una sala adicional para audiciones de su música. En las dos plantas se distribuyen cuadros, viñetas, algunos manuscritos, dibujos, fotografías... Todo un descubrimiento de un artista que es mucho más completo que su faceta de compositor de Pegamoides, Dinarama o su propia carrera como músico en solitario. Nos quedamos con ganas de hacer la visita guiada, así que tal vez repitamos algún sábado o domingo.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Ritual navideño

Cada 26 de Diciembre mis padres visitan el cementerio de Pereiró en Vigo. Es el aniversario de la muerte de mi abuela que ocurrió hace ya 11 años. Algunos años, como este, les acompaño, no porque yo le dé un especial significado a la visita sino porque forma parte de una actividad más completa que incluye también ver a mi madrina, que vende flores en uno de los puestos de la puerta, y tomar algo por ahí.
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En la visita de esta mañana mis padres me hicieron una ruta completa por el cementerio para "visitar" a otros familiares y amigos. Es un paseo agradable si te despegas un poco de la idea de la muerte y te centras en la monumentalidad del recinto. No creo que haya muchos cementerios comparables por el tamaño y el uso casi exclusivo de la piedra, esa piedra granítica, típica de Galicia, como de Pazo. Hay panteones majestuosos, de columnas clásicas y estatúas de santos y ángeles. También panteones de piedra coronados con cruces y alguna zona de lápidas en tierra.
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Seguramente por influencia de mi madrina no vivo con especial disgusto visitar cementerios, aunque algún pensamiento sombrío suele ser parte del pack de visita. Son especialmente interesantes las visitas en otros países: los turbantes y rosas musulmanes en Estambul, o las torretas y tiras de madera con inscripciones budistas. Desde ese punto de vista cultural y artístico, el cementerio de Vigo es de los que sin duda merecen una visita.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Maruja Mallo

Nochebuena inesperada con Maruja. Entre compra y compra esta mañana, descubrí en el periódico el anuncio de una exposición de Maruja Mallo. Para allá que me fui sin pensarlo demasiado. La artista me sonaba por su vinculación a Lorca, Dali y aqueños años 20 de la Residencia de Estudiantes en Madrid. No conocía su obra pero sabía que merecía la pena en cualquier caso porque era una de esas super-mujeres modernas en un mundo muy intelectual y masculinizado.
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La exposición me ha dejado directamente anonado, emocionado y convertido en super Maruja-fan. Para empezar me encanta su obra, sus retratos, sus "naturalezas vivas", sus fotografías de algas... todo me parece moderno y vanguardista. También me parece impresionante su biografía, toda la gente que conoció, su introducción y vinculación con la cultura más exquisita, su exilio con la Guerra Civil, su redescubrimiento por la generación de la Movida...
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Llevo toda esta tarde de Nochebuena boquiabierto revisando el catálogo de la exposición: una edición magnífica de 3 libros en una caja, incluyendo un CD con documental que me ha permitido además verla en varias entrevistas (un personaje total con ese maquillaje azul). Está siendo un descubrimiento absoluto y maravilloso y estoy además feliz porque la exposición va a Madrid a finales de enero, así que tendré la oportunidad de repetir y recomendársela a todo el mundo.
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Maruja Mallo es una artista excepcional en un mundo de hombres. Hace un par de años vi una exposición de Tamara de Lempicka en la misma sala también en Vigo. Creo que tengo debilidad por estas mujeres de gran talento, pintoras y artistas que han pasado algo desapercibidas. Al interés por su obra se suma el respeto y fascinación por sus vidas y el tiempo que les tocó vivir.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Soho y Tribeca

De la nieve del sábado pasado al solazo del día siguiente, domingo, en Nueva York. Esos cambios extremos de tiempo parecen ser cosa frecuente en la costa este americana. Yo no los había vivido nunca.
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Entré en Nueva York a través del puente de Verrazano (con impresionantes vistas de la ciudad al fondo) y posteriormente el túnel de Battery. El puente une Long Island con Brooklyn, y el túnel une Brooklyn y Manhattan. Nueva York y New Jersey están llenas de puentes, muchos son de esa arquitectura industrial de principios de siglo y tienen mucho encanto. El día anterior había entrado en la ciudad por el Puente de George Washington, así que ha sido un fin de semana de disfrutar de múltiples vistas. Es de las pocas ventajas de usar el coche allí: poder disfrutar de esas entradas tan fotogénicas. A partir de ahí, lo mejor es aparcarlo y ya no moverlo hasta que te vas, pagando los 30 dólares de rigor. A mi me salió algo más barato porque lo dejé en un parking en una calle en obras que conocía de mi viaje anterior al Soho en marzo.
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Fue un domingo muy frío pero muy agradable. Me corté el pelo por allí cerca. No era una peluquería neoyorquina glamurosa sino un local de hace décadas, con mucho encanto y atendido por latinos. Las calles de Tribeca y Soho estaban llenas de ambientillo, pero sin ser saturante. Ambiente de domingo, relajado, de algunos turistas pero también de mucho residente. Hice algunas compras pero sin desfasar (eso quedó para otro día, entre semana, en un centro comercial de New Jersey). Me gustó la decoración navideña de la tienda de Uniqlo (foto del medio), una marca japonesa estilo Zara que no existe en España. Esa tienda fue la primera que conocí y es la mejor y más grande; otras en las que entré, tanto en Londres como Tokyo, son más normalitas. Comí en un sitio muy agradable, (The Mercer) Kitchen, y por algunos instantes me imaginé viviendo allí y saliendo a tomar el brunch. Pero es tan sólo imaginación, no hay ningún plan cercano ni lejano de nada parecido. Por ahora bastante tenemos con organizar la etapa de Paris en 2010.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Nueva York en diciembre

Ayer sábado estuvo un día de perros en Nueva York: lluvia, frío y también nieve por la tarde. Nada hacía suponer el día espléndido de hoy. Pero así es desde que llegué el lunes a New Jersey: el tiempo sigue una secuencia caótica, alternando días cerrados de lluvia y días de sol. En cualquier caso mi plan ayer era meterme en el MoMA, así que el tiempo era un aliciente más para pasarme unas horas de museo. La sorpresa, claro, fue tener que hacer cola y fuera, bajo la lluvia. Todo estaba abarrotado, también el hall de dentro y por supuesto las salas. Nada que ver con mi experiencia de hace un par de años, en verano.
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Definitivamente el MoMA es mi museo preferido de todos los que conozco. A pesar de atiborre de personas, la visita de ayer fue estupenda. Es un museo realmente estimulante para mi porque reune todas las cosas que me gustan: diseño, fotografía, pintura e instalaciones de mis etapas artísticas preferidas. Me llego a poner un poco nervioso en las salas, de tantas cosas que me interesan. No son sólo los Warhol, Van Gogh, Picasso, Mondrian, etc de la colección permanente, también es la sección de diseño con todos esos objetos estupendos, como el carrito elevado para bebés, o la lámpara de trozos de vajilla. Y también las exposiciones. Estos meses hay una selección de la colección de la Fundación Judith Rothschild, Compass in Hand, que reúne obras estupendas (abajo obra del británico Jonathan Monk a partir de discos de los Smiths). Y por supuesto, la exposición de Tim Burton, que en realidad era el motivo principal de mi visita. Está francamente bien pero el espacio es demasiado pequeño para todas las obras que exponen (y por supuesto para los centenares de visitantes): maquetas, dibujos, trozos de películas y cortos, muñequitos. Aproveché para comprar algunos juguetes de cara a los regalos navideños.
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Al salir del museo, más lluvia y nieve. Cola para entrar en la tienda de Apple de la 5ª Avenida. Me lo compraría todo, de lo barato que me parece comparado con España y lo bonito que son esos paquetitos de regalo que tienen ahora en Navidades. Cola también en la tienda de Abercrombie&Fitch. Tenía un encargo de comprar colonia allí pero francamente me pareció excesivo hacer cola en la calle con nieve y viento. Tal vez hoy tenga otra oportunidad en otra tienda, porque quiero ir al sur de Manhattan, al Soho, y aprovechar el sol para pasear un poco.