Galería de las Colecciones Reales

Tras la Nochebuena en Zaragoza, estamos pasando unos días de vacaciones en Madrid con mi madre. Nos volvimos el mismo día 25, a tiempo para hacer la comida de Navidad con mi hermano mayor en Fuente el Saz. Era un plan que no repetíamos desde 2019, y estuvo muy bien proporcionarle a mi madre una experiencia diferente de la Navidad. 

Por aquello de hacer algo de turismo urbano, ayer fuimos a visitar la nueva Galería de las Colecciones Reales, inaugurada este verano. Mi madre acabó algo cansada con tanta rampa y tanta caminata por las salas, a pesar de que nos íbamos sentando con frecuencia. Me gustó mucho la visita, principalmente la planta de los Austrias. Los Borbones son más recientes y afrancesados y me interesan menos. 

El núcleo de la exposición son tapices y carruajes, pero las galerías ofrecen mucho más: pintura (incluido un Greco), escultura, artes decorativas y hasta una obra (maravillosa) de Guillermo Pérez-Villalta (abajo, antes del carruaje). El edificio también está muy bien, así que en conjunto es una muy buena visita, y además sin grandes masificaciones. 

Tatuaje Nº2

Cuatro años más tarde, ha caído el segundo tatuaje. El primero fue en París, en Le Marais, y el segundo en Madrid, en el Barrio de las Letras. Mi plan original era un conjunto de estrellas, del mismo tamaño, que simbolizaran distintas geografías sentimentales. Sin embargo, esta segunda es algo más pequeña. Ha sido un pequeño cambio, en el mismo momento de la ejecución, porque me gustó la idea de que no fueran exactamente iguales. 

El tatuador es un argentino muy dicharachero. La sesión, que apenas duró una media hora, sirvió para que nos contáramos andanzas internacionales. No sé si habrá un tercer tatuaje, pero me temo que no podría repetir, ya que, si quiero ser fiel a mi idea original, tendría que ser en una ciudad distinta. 

Nochebuena en Zaragoza

Por primera vez, vamos a pasar la Nochebuena en Zaragoza. Después de muchos años sin pasar la Navidad en familia (desde 2009, para ser exactos), hemos pensado que este año lo mejor era reunir a las madres. 

El domingo de Nochebuena aprovechamos la mañana para hacer turismo. Visitamos el Teatro Romano, descubierto en 1972, y siempre impresionante, con esa cubierta ultra-moderna. Más sorprendente todavía, por desconocido para todos, incluido David, fue la visita al contiguo Museo de los Faroles y Rosario de Cristal. 

Las mejores experiencias turísticas son las que se descubren por casualidad, sin expectativas, y eso precisamente fue lo que nos ocurrió con el Rosario de Cristal. Es un conjunto de faroles y tronos procesionales, que salen a la calle todos los años el día 13 de Octubre, después del Pilar. La tradición se remonta al siglo XIX y las piezas son realmente impactantes. Ahora ya sólo nos queda verlas en procesión por las calles. 

Domingo en el Whitney

Pasamos el domingo, nuestro último día en Nueva York, en el High Line Park y el Museo Whitney. Fue un plan perfecto para un día nublado y lluvioso, frente al solazo de toda la semana anterior. 

Empezamos nuestro recorrido en la zona de Hudson Heights, en las calles 34-35, dónde han completado un montón de torres y edificios icónicos. Desde allí recorrimos el parque hasta el museo. En la línea de costa han creado ahora un parque muy bonito, que creo se llama "The Island"con una especie de setas a distintas alturas. 

Dentro del museo nos reencontramos con el colectivo de artistas PaJaMa, un trío de dos hombres y una mujer con noviazgos e historias entre ellos, que acabaron fotografiándose entre ellos y a sus amigos. Hay un componente homoerótico claro en toda en esa obra que nos resulta muy atractivo. Más allá de esos artistas, nos reencontramos también con algunas otras obras de la colección permanente. 

Celebration Tour de Madonna

Hace un par de semanas, David vio a Madonna en concierto en Amsterdam.  Hacía meses que habíamos comprado las entradas, los billetes de avión y reservado hotel. Sin embargo, a mi me coincidió con uno de esos eventos para empleados y decidí que debía quedarme en Ginebra. En mi lugar, fue Oscar, que se lo pasó pipa. 

Afortunadamente, estos días actuaba Madonna en el Brooklyn Center y allí nos fuimos el sábado, en el último minuto, para esperar a que las entradas bajaran de precio. La acabamos viendo en la fila 1 de las gradas, así que tuvimos muy buena visibilidad. Pude hacer un montón de fotos y vídeos. 

El concierto está muy bien. Repasa sus 4 décadas de carrera, con muchos de sus grandes éxitos. Es verdad, que tiene poca movilidad (problemas de rodilla) y que entona a medias, pero no deja de ser Madonna y verla es siempre un gran espectáculo. 

Teleférico a Roosevelt Island

Este ha sido un sábado espléndido en Nueva York, con un sol radiante, como toda esta semana, pero además con una temperatura super suave, 12º (los días anteriores fueron mucho más fríos). Con tales ingredientes, dedicamos las horas centrales del día en ir hasta Roosevelt Island, una franja de tierra muy estrecha en medio del East River. Hay un teleférico que conecta la isla con Manhattan, a la altura de la calle 59. 

El trayecto en teleférico a la isla es breve pero permite buenas vistas. Una vez allí, las atracciones principales se encuentran en las dos puntas de la isla: al sur un parque dedicado a Roosevelt con buenas vistas de Manhattan y al norte un faro acompañado de un grupo escultórico de cabezas y bolas metálicas.