Reunión en alemán

Un mes más tarde, he vuelto a Berlín. Repetí hotel al lado de las catedrales alemana y francesa, pero no repetí el encuentro de los 50. Mi reunión era al lado de la Estación Central, en la zona de edificios ministeriales y el Reichstag, así que para llegar allí tuve que pasear con mi maleta por el centro de Berlín. Creo que mantener esa sensación de turista, haciendo fotos aquí y allá, en los viajes de trabajo es lo que hace que no me sature de tanto trasiego profesional. 

Mi reunión fue totalmente en alemán. Fue una sensación extraña porque el tema de discusión era el "reclutamiento internacional", básicamente cómo conseguir perfiles en un país y moverlos a otro. Aunque me habían asegurado que la reunión sería parte en alemán, y parte en inglés, lo cierto es que acabó siendo puramente germánica. Al menos la documentación sí me la habían traducido y pude conocer a algunas personas clave así que no fue tiempo totalmente perdido. Para colmo de coincidencias, ese mismo día, se anunció públicamente que el grupo alemán al que pertenece mi empresa ha decidido vendernos así que se acercan meses de incertidumbre hasta que se sepa quien será el comprador. 

Miranda en Madrid

Nos hemos escapado a Madrid para asistir al concierto de Miranda el domingo pasado en La Riviera. Lo disfrutamos mucho más que el de Buenos Aires hace un año. En aquella ocasión salieron a las 2:30 de la mañana y la espera se hizo eterna. En esta ocasión el concierto fue de 21:00 a 22:30, un horario ideal y una playlist perfecta porque incluyó todos sus grandes éxitos, sin excepción:  Ya lo Sabía, Extraño, Prisionero, Cálido y Rojo y un largo etc. Me reencontré con Lejos de Vos, una balada reciente que tenía algo despistada aunque me encanta. 

El viaje a Madrid nos dio también la  oportunidad de vernos con las arquitectas y cerrar la distribución de la calle Reyes. Llevamos un par de semanas dando vueltas a planos y opciones pero finalmente ya tenemos la distribución de espacios cerrada. Ahora tienen que elaborar los planos de detalle, incluyendo localización de radiadores, instalación eléctrica, etc y gestionar los permisos en paralelo. Calculamos que el arranque de las obras aún se pueden demorar un mes. Tenemos reforma para largo, para desesperación de dBt que no ve el momento de trasladarse a Madrid. 

Amstelpark

Visita a visita, voy completando mi descubrimiento de Amsterdam. Esta semana, durante el mini-tour de trabajo por Holanda, me alojé en Zuideramstel, en el sur, en un barrio fronterizo con el municipio de Amstelveen. Es una zona alejada del centro pero cómoda con el coche, por la cercanía a las autopistas de circunvalación y al aeropuerto. 

En esa zona sureña de Amsterdam, el mayor atractivo turístico es el Amstelpark, que no conocía. Es un parque rodeado por un canal, con un jardín japonés en el interior. Me encantó pasearlo al atardecer, y disfrutar de la caída de la tarde en la ribera del río Amstel. Había luna llena, kayaks y traineras,  aviones en su acercamiento al aeropuerto de Schiphol, y un montón de reflejos plateados y dorados en el agua; una preciosidad de momento.

Ruta de trabajo por Holanda

Esta semana pasé dos días de trabajo en Holanda, de la ceca a la meca. Alquilé un coche en el aeropuerto y fue lo mejor que pude haber hecho. No sólo porque me dio más flexibilidad que el tren para moverme entre 5 destinos diferentes sino porque lo disfruté muchísimo. Me sentí libre y feliz, como en una "road movie", atravesando todos esos paisajes maravillosos de norte a sur. 

En mis trayectos entre puntos de trabajo, hice mini-paradas en Naarden, una ciudad fortificada en el siglo XVI, con sus bastiones en estrella y foso intactos (las dos primeras fotos), y en Harlingen, un puerto maravilloso en el norte, en el mar de Frisia. Hice parada allí al atardecer y después tomé la autopista que literalmente atraviesa el mar; una ruta inolvidable. 

Dormí las dos noches en Amsterdam, pero tuve reuniones en Heerenveen, dónde ya había estado porque tenemos la central, Nieuwegein, al lado de Utrecht, y Leiden (dos últimas fotos), ciudad en la que descubrí los silenciosos autobuses eléctricos y recordé aquella tarde de kayak de hace algunos años. Fueron dos días fantásticos y no veo el momento de organizar unas vacaciones en condiciones en Holanda porque es un país que francamente me apasiona.

La campiña francesa

Nuestras amistades son muy urbanas, hechas aquí y allá, pero todas con perfil cosmopolita. Más allá de jap y su casa en una aldea de Ribadesella, ninguno vive en el campo o tiene casa de campo. Lo dicho, todo un círculo muy urbano. La única excepción es Ewa, mi ex-compi de máster. Su marido es mando intermedio en Renault, y tienen 3 hijas. A ella asociaré siempre nuestras experiencias campestres anuales: comida en casa y paseo por los alrededores. 

Este domingo tuvimos otro de esos encuentros en la "otra dimensión", con cierto sabor a último.  Bebimos Cosmopolitan, comimos curry thai y repasamos la vida y la situación política en el mundo. Con ella siempre repasamos la política polaca y la francesa, sus patrias de origen y adopción. Hay mucha polarización y nacionalismo por todos lados; una época fea.  Y mi sobrina que va camino del Congreso, o al menos eso le gustaría...

Los paseos de tarde en París

Las 3 últimas semanas las he pasado entre París y Londres, Eurostar para arriba y Eurostar para abajo. Menos mal que sólo son 2 hora y cuarto de viaje y que la oficina de Londres está sólo a 15 minutos andando de la estación de Saint Pancras. Todo eso hace bastante más llevadero el trajín. Echaré de menos esa comodidad cuando vivamos en Madrid. 

Lo mejor de los (pocos) días que trabajo en casa en París son los paseos al atardecer, con dBt. Además de que la ciudad es una belleza absoluta a cualquier hora, es fácil tropezarse con novedades, como la gente de "Anonymous" en acción contra el maltrato animal frente al Pompidou, o unas bañeras efímeras IKEA en el Sena. También hemos descubierto recientemente que ya han abierto el parque de Les Halles, junto a la Canopée (última foto), y ha quedado francamente bien. Paris es una ciudad en transformación constante y siempre a mejor. 

Illa da Toxa

Aunque España ya no está en mi área de responsabilidad laboral, sigo manteniendo muy buena relación con la dirección local, y me invitaron a su "convención anual" porque este año se celebraba en Galicia, na Illa da Toxa y pensaron que me entraría "morriña". 

La reunión se celebró a principios de esta semana en un hotel al lado del Casino, con buenas vistas al lago-mar. Los contenidos de la reunión no fueron especialmente interesantes para mi, y compaginé las sesiones con algunas teleconferencias por teléfono. En cualquier caso, me encantó ir por ver los temas que se hablaban y por encontrarme con mucha gente. Además coincidieron esos días de primavera-casi-verano en pleno mes de febrero, y estaba todo radiante y precioso. Salí a correr por la isla al atardecer aunque parándome cada 2 por 3 para hacer fotos. Llevaba sin pasar por allí décadas y apenas tenía algunos recuerdos muy difusos. Vi el perfil de Cambados en el horizonte y pensé que ahora que he leído Fariña tenía que volver por allí. 

Tras la reunión, la noche del martes, la pasé en Vigo, con mis padres. Aunque había estado por allí hace poco, me daba pena estar tan cerca y no verles. Fueron solo unas horas porque el miércoles a las 6:40 tomé un vuelo para Londres.