La campiña francesa

Nuestras amistades son muy urbanas, hechas aquí y allá, pero todas con perfil cosmopolita. Más allá de jap y su casa en una aldea de Ribadesella, ninguno vive en el campo o tiene casa de campo. Lo dicho, todo un círculo muy urbano. La única excepción es Ewa, mi ex-compi de máster. Su marido es mando intermedio en Renault, y tienen 3 hijas. A ella asociaré siempre nuestras experiencias campestres anuales: comida en casa y paseo por los alrededores. 

Este domingo tuvimos otro de esos encuentros en la "otra dimensión", con cierto sabor a último.  Bebimos Cosmopolitan, comimos curry thai y repasamos la vida y la situación política en el mundo. Con ella siempre repasamos la política polaca y la francesa, sus patrias de origen y adopción. Hay mucha polarización y nacionalismo por todos lados; una época fea.  Y mi sobrina que va camino del Congreso, o al menos eso le gustaría...