martes, 29 de agosto de 2023

El Cementerio de los Reyes en Ginebra

En pleno centro de Ginebra, hemos descubierto el Cementerio de los Reyes, de poético nombre. En realidad, lo descubrieron Geni y Candela en su reciente visita y nosotros sólo nos limitamos a seguir sus pasos. Nos sorprendió que no nos hubiéramos tropezado con él, porque, como digo, es muy céntrico. Está situado entre la explanada de Plainpalais y la punta de la Jonction, dónde se unen los dos ríos.

Más que un cementerio es un parque urbano, más o menos cuadrado, rodeado de edificios de apartamentos. Los árboles son de gran porte, majestuosos y variados, y el césped recubre todo el suelo, salvo los senderos. Aquí y allá, sin orden aparente, hay desperdigadas algunas tumbas en tierra, todas de gente ilustre o afamada en la ciudad. 

Es un parque pequeño pero muy hermosos y da para un agradable paseo de descubrimiento de las distintas tumbas. Entre los nombres relevantes con los que nos cruzamos están José Luis Borges (una sorpresa encontrarlo allí) y Calvino (el de la Reforma protestante), una figura esencial de la historia de Ginebra. 





domingo, 27 de agosto de 2023

Museos de Nyon y barco a Yvoire

Para cerrar la visita de Geni y Candela a Ginebra, fuimos de excursión en tren a Nyon el sábado, la ciudad que tan gratamente descubrimos hace un par de semanas en bicicleta. Allí nos sorprendió la lluvia porque la ola de calor de la última semana se ha cerrado con la llegada repentina del otoño. Al mal tiempo le pusimos buena cara y aprovechamos para ir de visitas culturales y entrar al  museo romano y al castillo Nos gustaron mucho los dos. 

El museo romano es pequeño pero está muy bien montado, con muy buenas explicaciones. No llamaron la atención sobre todo las maquetas que muestran las técnicas constructivas de la época: desde la maquinaria para extraer piedras de las canteras a los andamios y "grúas" para construir grandes edificios. 

El castillo es un edificio soberbio que alberga una colección estupenda de cartelería de principios de siglo así como porcelanas y mobiliario. Es interesante también el recorrido por las galerías del patio y la visita a las antiguas celdas. 

Desde Nyon cruzamos en barco a Yvoire, el pueblo medieval en el lado francés del lago que visité por primera vez con Juan, Oscar y Jaime hace 3 meses. Es un poco "disneyland": tan mono que parece falso. Esta vez había menos turismo y eso se agradece. Además, tuvimos el aliciente extra de ir en barco. El trayecto a Nyon dura sólo 15' y hay muchas frecuencias diarias (al menos durante el verano). 

El combinado de Nyon e Yvoire es un auténtico planazo desde Ginebra: fácil, rápido y con numerosos alicientes, como disfrutar de la arquitectura, los paisajes desde el lago y el hecho de cambiar de país y moneda. Fue el broche perfecto para una visita de tan sólo unos días, pero que para Geni supuso unas auténticas vacaciones, después de un último año especialmente duro tras el ictus de mi madrina


sábado, 26 de agosto de 2023

Ola de calor en Ginebra

Esta semana ha sido la peor de todo el verano en Ginebra. Una ola de calor arrancó el martes y duró hasta el viernes, con máximas de 37 grados y mínimas nocturnas de 21-22. Sólo ayudó un poco el hecho de que ya estamos avanzados en agosto y los días son más pequeños. Con todo, la ciudad se tiró al lago y hemos visto las playas y riberas más saturadas que nunca, incluso ya puesto el sol. 

Coincidieron estos días plomizos con la visita de Geni y Candela. No se dejaron amedrentar por el calor e hicieron bastante turismo con David, mientras yo trabajaba. Por la tarde-noche, hemos hecho baños, paseos, cenas y tertulias. Para acabar el día, antes de acostarnos, hemos jugado partidas a Hitster, un juego de mesa que nos regalaron y que consiste en adivinar y ordenar canciones cronológicamente. La tarde del viernes vinieron a buscarme a la oficina y les hice una visita guiada por las instalaciones, con sus numerosas obras de arte y esas vistas al lago que no tienen precio. 

domingo, 20 de agosto de 2023

Excursión a Rolle en bicicleta

Este fin de semana hemos vuelto a expandir horizontes con la bicicleta. Después de los 50 km de la semana pasada, este sábado hemos hecho 75 km ida y vuelta en la misma dirección, en la ribera derecha del lago Lemán. Aunque ya conocíamos parte de la ruta, hicimos paradas diferentes así que todo conservó aire de novedad. 

Visitamos el pueblo de Coppet (5 primeras fotos), a 15 km de Ginebra. Es una monada de pueblo medieval al borde del lago, con arcos, soportales y una pastelería estupenda para reponer fuerzas que tiene pinta de que se convertirá en uno de nuestros "básicos" cuando recorramos ese lado del lago. 

Además de los paisajes, disfrutamos de tres playas nuevas, la de Céligny, al lado del puerto, la de la Falaise, en Gland. y la de la Dullive, en Dully. Las 3 están bien equipadas y bien merecen una parada y un baño, sobre todo estos días de ola de calor cuando las temperaturas están subiendo a los 34-35º.

En cuanto a Rolle, tiene su punto, sobre todo un castillo muy imponente y una pequeña isla muy cercana a la costa. Sin embargo, no lo disfrutamos plenamente porque apretaba mucho el sol y había mucho lío, con una fiesta "del desembarco", con competición de traineras y muchas otras actividades. Tendremos que darle una segunda oportunidad. 

viernes, 18 de agosto de 2023

Noches de verano en Ginebra

Es la primera vez que trabajo en una ciudad con playa y, por tanto, la primera vez que puedo encajar un chapuzón al salir de la oficina. Aprovechando las altas temperaturas de estos días, esta semana he "convalidado" el gym por tardes de bicicleta con baño en el lago. Como ya se va notando que los días son más cortos en agosto, se puede disfrutar también del espectáculo del atardecer a partir de las 8 de la tarde. 

Uno de estos días descubrimos el puerto y restaurante de La Belotte, un rincón de casitas y barquitos bastante idílico y tranquilo, a una hora andando desde casa (15' en bici). Otra de las tardes repetí el plan barbacoa con compis de trabajo, con puesta de sol desde el ático. Todavía no me acostumbro a estar rodeado de tanta belleza natural cotidiana. 

domingo, 13 de agosto de 2023

Excursión a Nyon en bicicleta

Ahora que estamos de vuelta en Ginebra, hemos retomado las bicis. Hace un mes, nuestra primera excursión fue a Hermance, 30 km ida y vuelta. Este fin de semana, para la segunda, elegimos el otro lado del lago. Fuimos ida y vuelta hasta Nyon, 50 km en total. 

Acabamos el día muy cansados. De hecho, tuvimos dudas de si debíamos volver en tren, pero lo cierto es que volvimos satisfechos del esfuerzo y todo lo que vimos. La carretera va más cerca del lago que en la otra ribera y eso posibilita pararse más fácilmente para darse un chapuzón (cosa que yo hice tanto a la ida como a la vuelta;  David aún no se ha atrevido ni a meter los pies en el lago). 

Nyon nos encantó. Es un pueblo-ciudad muy fotogénico. Tiene un casco histórico muy cuidado y bonito, un castillo de relumbrón, unas columnas romanas con vistas al lago, y jardines y paseos con vistas super agradables. Muy repetible. Además, hay barcos que cruzan a Yvoire, así que es posible combinar los dos destinos para una super-excursión de 1 día desde Ginebra. 



viernes, 11 de agosto de 2023

Nostalgias de agosto

Cerramos las vacaciones gallego-portuguesas de este año con una comida en la Casa Azul. Juan no la visitaba desde su arranque, cuando aún estaba todo por hacer, y en esta ocasión mi hermano le hizo una ruta guiada completa, por los espacios interiores y exteriores. Fue un día bien festivo porque mi cuñada parece haber dejado atrás los efectos devastadores de la quimioterapia y, en ese sentido, este agosto luce mucho más luminoso que el anterior agosto en azul y negro

Volví a Madrid bastante preocupadizo y nostálgico a pesar de todo. Me pesaba la fragilidad de todo lo que amamos y disfrutamos, muchas veces sin ser plenamente conscientes. Los días gallegos de agosto de 2021 quedan ahora tan lejos, cuando mi padre aún era persona, mi madrina estaba en plenas facultades y mi cuñada no tenía la amenaza del cáncer. También mi madre estaba entonces mucho mejor. Dos años transcurridos y dos universos familiares dramáticamente diferentes. 

La vuelta a la "nueva vida" de Ginebra me ayudó a superar las angustias de estos primeros días de agosto. Creo que las montañas y el lago de Ginebra me resultan terapéuticos. Una de las tardes, al salir del trabajo, me apunté a una barbacoa en la terraza de una compañera de la oficina. Disfrutamos del atardecer sobre el lago y conseguí reconciliarme de nuevo con el universo y con el paso del tiempo.