viernes, 11 de agosto de 2023

Nostalgias de agosto

Cerramos las vacaciones gallego-portuguesas de este año con una comida en la Casa Azul. Juan no la visitaba desde su arranque, cuando aún estaba todo por hacer, y en esta ocasión mi hermano le hizo una ruta guiada completa, por los espacios interiores y exteriores. Fue un día bien festivo porque mi cuñada parece haber dejado atrás los efectos devastadores de la quimioterapia y, en ese sentido, este agosto luce mucho más luminoso que el anterior agosto en azul y negro

Volví a Madrid bastante preocupadizo y nostálgico a pesar de todo. Me pesaba la fragilidad de todo lo que amamos y disfrutamos, muchas veces sin ser plenamente conscientes. Los días gallegos de agosto de 2021 quedan ahora tan lejos, cuando mi padre aún era persona, mi madrina estaba en plenas facultades y mi cuñada no tenía la amenaza del cáncer. También mi madre estaba entonces mucho mejor. Dos años transcurridos y dos universos familiares dramáticamente diferentes. 

La vuelta a la "nueva vida" de Ginebra me ayudó a superar las angustias de estos primeros días de agosto. Creo que las montañas y el lago de Ginebra me resultan terapéuticos. Una de las tardes, al salir del trabajo, me apunté a una barbacoa en la terraza de una compañera de la oficina. Disfrutamos del atardecer sobre el lago y conseguí reconciliarme de nuevo con el universo y con el paso del tiempo.