lunes, 6 de abril de 2015

La Casa Azul

Uno de los "moment fort" de esta Semana Santa, que dirían los franceses, ha sido conocer la casa de mis sobrinas (E e I) y de sus padres. La compraron hace muchos años pero llevó su tiempo arreglarla y adecentar la finca. Ahora ya deben llevar viviendo ahí 2 ó 3 años, he perdido la noción del tiempo. Está cerca de Gondomar, a las afueras, muy afueras, de Vigo. Es un planteamiento rural total del que a mi sólo me gusta para vacaciones cortas, pero que para ellos era la ilusión de su vida. La verdad es que es una monada de casa y de terreno, todo enorme; una "traballeira" absoluta.  

Disfrutamos de un Sábado Santo precioso, con comida (deliciosa) fuera y paseo posterior por la ensenada de la Ramallosa, dónde desemboca el río Miñor, a través de un puente románico. De broche, una de esas puestas de sol magníficas, con la marea bajando… Una de esas tardes para recordar.