miércoles, 22 de abril de 2015

Zürich en el horizonte

Esta semana he estado en Zürich por trabajo: ida el martes y vuelta el miércoles. Nada especialmente relevante si no fuera porque el lunes supe que en 2016 mi puesto se traslada a esa ciudad, como resultado del proceso de fusión de mi empresa. Así las cosas el viaje adquirió un tinte especial; en plan reflexionar si el movimiento tendría sentido o no. 

Salí a correr tanto al atardecer como al amanecer, para así explorar un poco más la zona empresarial dónde se encontraría mi nueva oficina. Y cuanto más lo pienso, más me inclino a pensar que no voy a aceptar el puesto. Me encantaría aprender alemán, pero no la veo una ciudad y un estilo de vida para nosotros (dBt se movería conmigo desde el principio, ya que está a punto de moverse de Londres a París y no nos planteamos una nueva separación). Así las cosas, puedo tener opciones a otro puesto con base en París, o plantearme buscar un nuevo trabajo. Incertidumbre continua.