Newcastle

Me gusta hacer turismo alrededor de los viajes de trabajo, aunque sólo sea en pequeñas píldoras. El viernes de esta semana pude extender la dosis recreativa y me tomé la mayor parte del día de vacaciones. Así me pude dar un largo paseo por Newcastle, antes de coger el vuelo de vuelta a París.

La ciudad tiene unos 300 mil habitantes y acumula 2 mil años de historia.  Su origen fue un fuerte romano que formaba parte del Muro de Adriano. El centro de Newcastle es de "arquitectura Georgiana", un estilo neoclásico inglés del siglo XVIII, elegante y señorial. Además de esa arquitectura muy cuidada del centro, con edificios de piedra marrón-anaranjada, la ciudad tiene una catedral y castillo medievales. Otra zona de interés es la ribera del río, que se conoce como "Quayside", y es muy animada y agradable. El río está atravesado por un montón de puentes de estilo industrial.

Disfruté mucho de mi viernes (casi) libre en plan explorador. Veo potencial claro para organizar unas mini-vacaciones en el futuro con centro en Newcastle y explorar la región de "North East England". Por lo visto, la costa es francamente bonita y el Muro de Adriano está ahí al lado. De hecho, me pone nervioso pensar que estuve tan cerca. Este plan escapada a futuro sólo tiene el inconveniente de tener que alquilar y conducir un coche por la izquierda, algo que me da auténtico perezón.

Madrugada en la Catedral de Durham

He disfrutado de la Catedral de Durham a muy distintas horas: al atardecer, con noche cerrada y de madrugada. Todos los momentos me han parecido mágicos porque es un edifico que me ha dejado, una impresión (casi) comparable a la de Chartres. Parte del encanto es la propia ubicación, en una colina en la península que deja el meandro del río Wear. El edificio es a la vez sólido y elegante. Es una catedral románica, de estilo "normando", potente, algo mazacote, pero al mismo tiempo tiene arcos apuntados que anticipan lo que unas décadas después sería el estilo gótico. Su construcción se inició en 1093 y apenas ha cambiado en los últimos 800 años, después de que concluyeron la torre central.

Tuve la suerte de visitar el interior de la catedral yo solo. Creo que me colé. Me planté allí a las 7:15 de la mañana, poco después del amanecer, pensando que habría un primer servicio religioso. En realidad no estaba abierta al público, sólo pululaban por allí algunos trabajadores de mantenimiento y servicio. El caso es que salté la cinta de control y nadie me dijo nada así que pude recorrer la nave y el claustro a mi aire. Me encantaron las columnas masivas de la nave principal, decoradas con motivos geométricos. Creo que recordaré siempre esa visita, porque estaba solo y porque era muy temprano. En contrapartida, no pude visitar el museo ni la torre, así que tengo disculpa para volver en el futuro. 

Durham

Esta semana he subido al norte de Inglaterra por trabajo y he disfrutado mucho de la nueva experiencia. Tras un vuelo directo desde París a Newcastle, tomé un taxi para acercarme a Durham, un pueblo dónde me he alojado un par de noches, para estar más cerca de la oficina de mi empresa.

Toda esta región vivió durante años de las minas de carbón que fueron clave en la Revolución Industrial. Todo ese mundo se desvaneció después de las huelgas de 1984/85 en tiempos de Margaret Thatcher.

Durham es un precioso pueblo medieval, super bien cuidado, situado en el meandro de un río. La vegetación es densa, con árboles de gran porte y la península que forma el río está ocupada por una enorme catedral y un castillo, rodeados de callecitas y puentes peatonales. Todo delicioso, la verdad. No lo esperaba. En cuanto a la catedral, simplemente merece entrada aparte. 

Columnas del Trono

Este ha sido un fin de semana de estudio. Por un lado, yo me he inscrito en un curso online sobre el "Futuro del Trabajo" en la plataforma edX, en la que ya he realizado muchos otros cursos en años anteriores. Por otro lado, dBt tenía que completar los trabajos de una de sus asignaturas del máster online sobre Hostelería. Total, que estuvimos en plan gafotas y apenas sacamos tiempo para nuestros tradicionales paseos al atardecer en París. 

Una de las tardes hicimos el recorrido clásico: calles de Le Marais y rivera del río que aún está muy animada con el montaje de "Paris Plages" (las playas urbanas de todos los años). El río, además, es el sitio más adecuado para ver la puesta de sol en París, que es, si el día está despejado, una maravilla a no perderse.

Otra de las tardes decidimos "aventurarnos" en zonas de la ciudad más desconocidas, como el Distrito 11, por el que no solemos pasear. En esta ocasión caminamos desde la Plaza de la Republique hasta el Cementerio de Père Lachaise y desde allí hasta la Plaza de la Nación, immensa y recién remodelada para hacerla más peatonal. Lo más impactante fue ver de cerca las llamadas "Columnas del Trono", de mediados del siglo XIX, que formaban parte de una de unas "aduanas" que había que atravesar para entrar en París con mercancías. Estas columnas y los edificios adyacentes en los que se pagaban los impuestos serían en cualquier otra ciudad todo un punto turístico y en cambio en París pasan totalmente desapercibidas, perdidas entre tanta otra monumentalidad. 

Utrecht Centraal

Creo que, por fin, he encontrado la mejor base de operaciones para mis desplazamientos de trabajo en Holanda. Resulta que mi empresa tiene operaciones de norte a sur del país, y cuando voy no siempre tengo claro dónde alojarme. La última vez me quedé en Amsterdam y no fue cómodo porque mis compis de trabajo evitan la ciudad por el tráfico. Esta vez me he quedado en el aeropuerto de Schiphol y todavía me ha gustado menos porque tengo que depender de esos buses "shuttle" que te llevan del edificio central a la zona de hoteles, a unos pocos kilómetros de distancia. Afortunadamente, el jueves tuve reuniones en Utrecht, y me di cuenta de que esa ciudad sería una base ideal ya que está a 30' del aeropuerto en tren y se comunica perfectamente con todo el país a través de su estación "Centraal", la más grande de Holanda y toda una modernez.

Conocía Utrecht de un viaje con dBt hace años. Es la tercera ciudad del país, después de Amsterdam y Rotterdam. Su casco histórico es la típica monería de canales, casitas, bicicletas y algún coffeeshop.   Mis reuniones de trabajo del jueves, y también la cena, fueron en el hotel Karel V (última foto), una antigua abadía, super tranquila, con varias terrazas y múltiples espacios de restauración y reunión. El tiempo esta semana fue estupendo y mis reuniones fueron en la terraza mientras tomábamos algo. A pesar de ser trabajo, fue todo una felicidad absoluta. 

Atardecer en Copenhague

Esta semana me toca trabajar primero en Copenhague y luego  en Holanda. La tarde del martes estuve tentado de quedarme en el hotel y simplemente ir al gimnasio, pero tuve el feliz reflejo de dejar el ejercicio para cualquier otro día y aprovechar el atardecer de verano en Copenhague. 

Bajé en metro al barrio de Christianshavn pero en lugar de acercarme a Christiania seguí por el canal para ver los barquitos, y la gente en kayak. Caminando tropecé casi de forma natural con el masivo edificio de la Opera. En realidad es un edificio que ya había visto anteriormente, pero no sabía que era la Opera. Desde allí se divisa perfectamente el perfil de la ciudad, así que es un puesto privilegiado para ver el atardecer. 

Justo enfrente de la Opera, al otro lado de lo que parece un río pero es mar, porque aquí todo son canales entre islas, se encuentra la enorme cúpula de la Iglesia de Mármol. Es un edificio barroco con planta circular inspirado en la Basílica de San Pedro. A su lado, descubrí el Palacio de Amalienborg, residencia oficial de invierno de la familia real danesa.

Fue todo un caminar sin rumbo, algo improvisado y errático, pero acabó siendo una tarde-noche de trabajo deliciosa, en la que descubrí nuevos ángulos de la ciudad. Fueron casi 2 horas de paseo que me permitieron, además, reflexionar sobre el paso del tiempo y lo efímero que es todo. Creo que el momento filosófico me vino inspirado por los recientes preparativos de la fiesta de multi-cumpleaños de Baiona y la consciencia de lo mayores que son mis papis. 

Exposición sobre cine LGTBI en París

El fin de semana en París fue otoñal, de lluvias intensas y días grises. Así está el tiempo de loco: en apenas unas semanas pasamos de los 42º al diluvio universal. Lejos de desanimarme, el fin de semana gris me vino estupendo para avanzar en los preparativos del evento de Baiona. Pasé horas y horas recopilando fotos y organizándolas de acuerdo a distintos temas. 

En medio de tanto preparativo, el único ocio fue acabar la Temporada 3 de Stranger Things y acercarnos al Hôtel de Ville dónde hay actualmente una exposición sobre el cine "arc-en-ciel" (arco iris). Está muy bien organizada en torno a 3 grandes fechas 1919, los inicios, 1969, Stonewall, y 2019. Por el camino un montón de pequeños fragmentos de películas y posters de títulos emblemáticos. Nos entraron muchas ganas de ver o re-ver un montón de películas que teníamos despistadas o simplemente olvidadas. Hay tanta buena cultura y ocio por disfrutar...