viernes, 27 de agosto de 2010

Novela familiar

Mis vacaciones se han acabado. Llevo tres días trabajando desde la oficina de Madrid. Empiezo a notar ya la efervescencia de la actividad profesional inminente: planificación de viajes, reuniones, documentos pendientes... En el medio de esa vuelta a la realidad profesional también se cruzan pensamientos y conversaciones cruzadas con distintas personas de mi familia respecto a los incidentes del que ya podemos llamar disgusto de los 80. Más allá de lo que acabe dando de si ese último episodio familiar, lo cierto es que ha servido de  detonante para que me plantee escribir una novela sobre la evolución de una familia gallega desde principios del siglo XX a principios del XXI.

Podía ser una simple "arroutada" de verano, y realmente no sé en qué quedará todo esto. Pero cada vez veo más claro los elementos literarios de muchos de los acontecimientos familiares. Sin duda el arranque de cualquier historia sería ese episodio de realismo mágico del reparto de la herencia que ya he contado en otra ocasión: una bisabuela repartiendo playas, islas y montes que no tiene entre sus descendientes en el día en que efectivamente muere. Pero es que cada vez, a través de conversaciones con mis padres voy descubriendo muchos otros elementos muy novelescos, como ese traslado familar de Cangas a Vigo a bordo de un balandro que cruza la Ría de Vigo con una cama, una cómoda y algún otro mueble, en un día en que la Ría está llena de barcos mercantes que se han refugiado ante el reciente arranque de la 2ª Guerra Mundial.

Tal vez este proyecto literario veraniego no llegue a ningún lado pero creo que al menos me apetece desarrollarlo por lo que supone de investigación en la historia familiar. Puede que todo sea un temor creciente ante la edad de mis padres, los dos octogenarios, y la posibilidad de la pérdida irremediable de sus historias. Alterno esa angustia con la emoción de utilizar este proyecto de novela como banderín de enganche para recuperar su historia oral y la de otros familiares que también se van haciendo mayores. De momento ya tengo una página y media de anotaciones iniciales. Veremos.


domingo, 22 de agosto de 2010

Variado de exposiciones en BCN

Llevo ya toda la semana de vuelta en Galicia, pero tenía pendiente comentar las distintas exposiciones que visitamos en Barcelona, así que antes de pasar página bloguera ahí va el repaso.

En el CCCB visitamos Per Laberints, sin duda la exposición del verano en el centro. Montaje en el patio con laberinto colgante, y un recorrido en el interior bastante bien montado para ilustrar el concepto de laberinto como experiencia física y mental. Interesante ver los laberintos de camino único en los suelos de varias catedrales francesas (todas relativamente cerca de París, así que ya las quiero ver todas) y también el laberinto de espejos al final de la exposición.

En el Museu d'Història de Barcelona, en pleno Saló del Tinell en el Palacio Real, vimos una exposición sobre Cerdá y Barcelona, con el detalle del proceso de urbanización del Ensanche a mediados del Siglo XIX. Hasta entonces la ciudad estaba constreñida por las murallas medievales que rodeaban lo que hoy es el Raval, el Barrio Gótico, el Born y Barrio de la Ribera. Hubo intensos debates políticos y técnicos sobre acometer el diseño urbano de la ciudad. Ildefonso Cerdá fue el ideólogo, mitad urbanista mitad político, que impuso sus tesis sobre l'Eixample, con el resultado que hoy admira todo el mundo a pesar de que en su época fue muy controvertido y lleno de dificultades.

En el apartado de Arte Homoerótico vimos también un par de cosas.  En la Galería Espace Ample vimos a dos artistas muy jóvenes, Bubi Canal y Jesús Monteagudo Guerra, agrupados bajo el título de "Video MusiChat Generation", combinando obra audiovisual con fotografía y performances varias. Nos gustó bastante tanto la obra como el espacio, patio interior incluido. Por su parte, en la  Galería Artevistas vimos una mini-exposición titulada "Duality" de Zachari Logan, que por su brevedad nos dejó algo más fríos, aunque en la web del artista hay obras más interesantes. En esa misma galería descubrimos a otro artista, Ramón Louro. Me dieron muchímas ganas de comprar alguna de las obras porque nos gustaron mucho, tanto a dBt como a mi, pero a dónde vamos ahora con un cuadro... No sería algo muy práctico con esta vida repartida entre el trastero de Madrid y el de París. Habrá que esperar un poco antes de hacerse coleccionista de Arte Contemporáneo :).

miércoles, 18 de agosto de 2010

BCN en plan turista radical

Definitivamente Barcelona es un destino turístico de primer nivelón. Lo tiene todo: arquitectura, paisaje, vida cultural, playa, historia, ambiente gay, restaurantes de todo tipo... No es que lo descubra ahora, claro, pero simplemente este último viaje lo ha reforzado porque han sido 5 días íntegros en plan turista radical, sin trabajo, sin prisas de fin de semana y con dBt también de vacaciones. Hemos aprovechado para hacer de todo: exposiciones, paseos, vida social con amigos, incluyendo visita a los Thai Friends, algo de copeo gay, concierto celta en la terraza del Palau, bañitos y masaje en los Baños Arabes y por supuesto un variado de cocinas del mundo. En el apartado culinario, hemos pasado por nuestros clásicos en la ciudad: el Origens en Enric Granados,  La Reina en el Born, la Xina en las Ramblas y el Nomo en Gran de Gràcia, dónde vimos a David Villa, el jugador de fútbol (conste que yo no le reconozco).  

Una de los sitios que conseguimos, por fin, visitar fue el mirador de la Torre de Collserola, diseñada por Norman Foster en el 92.  Era la 3ª vez que intentábamos subir al mirador (una en 2007 y otra en 2009) y siempre nos habíamos quedado con las ganas, así que ya tocaba. Vistas a "tuti-plén" desde varios cientos de metros de altura, los que tiene la colina cercana al Tibidabo más los de la plataforma en el piso 10 de la torre. Barcelona a tus pies de un extremo a otro para ir reconociendo cada icono urbanístico.

También estuvimos en la Fundació Tàpies, situada en un edificio modernista, antigua editorial, en la calle Aragón. La exposición, aunque era una selección especial de los fondos de la colección, no me gustó especialmente pero simplemente porque no entiendo al autor.  Tal vez tenía que haber cogido el audioguía para enterarme mejor... Lo que sí me encantó fue el edificio, ejemplo de arquitectura industrial, con fachada de ladrillo rojo, columnas interiores en hierro, una estupenda biblioteca.... Es obra del arquitecto Domènech i Montaner, cuyo nombre ni me sonaba y que ahora me parece esencial porque es también autor del Palau de la Música Catalana, que también visitamos en este viaje, y del Hospital de San Pau, un complejo hospitalario en el que estuve en visita médica hace años y que me encanta. Total, que he pasado del desconocimiento absoluto de este arquitecto a la admiración total, muy en mi línea de extremos emocionales.

lunes, 16 de agosto de 2010

Fiestas de Gràcia 2010

Confieso mi debilidad por las Fiestas de Gràcia que se celebran a mediados de agosto en Barcelona. Las conocí hace ahora 3 años, en la Edición de 2007, y este año elegimos los días de vacaciones en la ciudad para que coincidieran con estas fiestas. Me deja impresionado la creatividad y el esfuerzo que despliegan los vecinos para adornar las calles a partir de plásticos, cartones y materiales deshechables varios. Pero además es muy entrañable el ambiente que se ve y vive en el barrio. Pasamos por allí el sábado, cuando aún estaban montando y fue un gusto ver literalmente a las señoras del barrio trabajando alrededor de una mesa, o a jovenes subidos a escaleras para colgar adornos. Hoy lunes volvimos por la mañana para ver las calles ya decoradas, los escenarios y las barras de bar en la calle. Había mucho ambientillo, incluyendo los preparativos para una paella en una de las calles. Es realmente una fiesta muy de barrio pero muy artística. Un gustazo todo, la verdad. Me declaro super-fan.
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sábado, 14 de agosto de 2010

De vuelta en Barcelona: primeras novedades

Transcurrido año y medio desde el traslado de dBt a Madrid (y el posterior movimiento conjunto a París, hace unos meses), hemos vuelto a Barcelona. Volvemos con la emoción de reencontrarnos con algunos lugares conocidos pero también de descubrir muchas otras cosas nuevas.

Para empezar, aterricé, hace un par de días, en la nueva Terminal 1 del aeropuerto, muy amplia y con una zona de tiendas en varios pisos bastante espectacular que recuerda a un centro comercial. La conexión con la Plaça de Catalunya es comodísima: tropiezas con los "aerobuses" al salir del edificio, y están saliendo cada 5 minutos.

Ya en el centro sacamos entradas para la visita guiada al Palau de la Música Catalana. Todo vino bastante rodado porque pasábamos por la puerta de camino a casa de Oscar, dónde nos quedamos estos días. Cuando planificamos este viaje hace varias semanas, todavía desde París, pensábamos en venir  al piso que dBt tiene en el Vall d'Hebrón, que estaba vacío. Afortunadamente el piso se ha alquilado de nuevo, y ahora estamos de okupas en pleno centro, en el barrio de la Ribera, aprovechando que Oscar se ha ido de viaje. El Palau nos queda a unos 5' andando.

Tantos viajes a Barcelona y no entiendo cómo no había visitado todavía el Palau. La visita guiada dura aproximadamente una hora y me gustó muchísimo. La arquitectura es modernista; el edificio se construyó entre 1905 y 1908. La Sala de Conciertos es muy espectacular, con decoración muy recargada pero que no llega a cansar (tal vez sólo porque a mi este estilo me gusta y otros me saturan). Todo, como explicaba el guía, es una alegoría de la naturaleza: el sol central con la claraboya, las columnas tipo arbol, las ramas inclinadas... Ahora que lo conozco, ya sólo me queda asistir a un concierto.
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miércoles, 11 de agosto de 2010

Veranazo Gallego

No recordaba un verano en Galicia con tan buen tiempo. Llevo casi 2 semanas de sol permanente y altas temperaturas. Un gustazo esta sensación de vacaciones de sol y playa pero en casa. Además este año tengo más días disponibles, y esa sensación de tiempo también es muy placentera. Son días de comidas familiares en Bon, esa mini-casita que hace las veces de mansión veraniega por la que van pululando distintos personajes. Mi madre lo mismo cocina para 3 que para 8, dependiendo del día.

Las últimas tardes las he pasado en Barra, una playa que me fascina. Su bosque de dunas está perfectamente conservado y es una delicia en todos los sentidos. Este año además he descubierto el sendero que arranca de las rocas y recorre la costa hasta la playa de Melide. Todo el paisaje y las vistas son de quedarse literalmente embobado.

Creo que recordaré este verano por la cantidad y variedad de puestas de sol. A partir de las 9 la luz dorada inunda las rías, ya sea la de Vigo, o la de Aldán-Pontevedra, las dos entre las que me muevo a diario. He visto atardeceres espectaculares desde Cabo Home y desde el Monte Xaxán, un mirador privilegiado a todas las Rías Bajas, al que no recordaba subir desde que era un crío.

Para completar el cuadro de fascinación veraniega, he encontrado en Aldán un sitio de alquiler de kayaks, el club de Kayak de Mar A Pinela. Hoy me he estrenado. Ha sido una horita de recorrido entre barcas, bateas y playas. Lo suficiente para ver la ría desde otra perspectiva y decidir que a partir de ahora este será un básico de mis vacaciones gallegas en años posteriores. Tengo ya todos los elementos para unas vacaciones perfectas en casa sin necesidad de grandes viajes.

viernes, 6 de agosto de 2010

80 años y un disgusto

He decidido no volverte a ver,
olvidar que fui quien te buscó.
He prometido que no habrá otra vez,
renunciar por no acabar peor.
Fangoria, "Cuestión de Fé"

Agosto siempre comienza con celebración familiar, todo un ritual. El año pasado la fiesta de los 79 años de mi madre fue en casa y con día gris. Este año tocó restaurante y día soleado para celebrar los 80. El sitio no podía ser más espectacular, en Cabo Home, sin duda uno de los mejores paisajes de Galicia, con vistas a la Ría de Vigo y las Islas Cíes.

Fue una celebración con todos sus tópicos: qué crecida está la niña, qué días de calor llevamos este verano, qué rico está el marisco (salvo los percebes que estaban muy salados para todo el mundo; yo no los probé)... Por supuesto, también hubo sobremesa con canciones populares, de esas que siempre arranca a cantar mi padre y secundan mis hermanos y consortes.

Todo fue bastante rutinario salvo el final, que fue abrupto y altamente emocional. De esos finales de película neorealista italiana, de familias vociferantes. Todo evoluciona a partir de una conversación entre dos personas que no saben callarse a tiempo y que juegan a ver quien suelta la provocación más gorda. Entre el alcohol y los comentarios sarcásticos surge un malentendido: uno que no se sabe explicar y otra que siente insultada la memoria de una persona difunta, uno que se levanta de la mesa y otra que sigue rumiando su memoria ultrajada. Todo un papelón bastante tragi-cómico, sino fuera por el mega-disgustazo que se han llevado los abuelos, mi madre, pero también mi padre que ya ha cumplido también los 80.

En el fondo, este no es más que un nuevo capítulo de una sucessión intermitente de disgustos a lo largo de 30 años. Lo más interesante en esta ocasión ha sido que el centro involuntario de la escena lo ha ocupado una persona ya fallecida, una señora que debió ser todo un personaje en vida, viviendo en un barrio lleno de miserias e ignorancias. Yo veo en todo esto material muy literario, para escribir una de esas novelas estilo Isabel Allende, con amores y rencores a través de las generaciones. Tal vez algún día me anime :).