Veranazo Gallego
No recordaba un verano en Galicia con tan buen tiempo. Llevo casi 2 semanas de sol permanente y altas temperaturas. Un gustazo esta sensación de vacaciones de sol y playa pero en casa. Además este año tengo más días disponibles, y esa sensación de tiempo también es muy placentera. Son días de comidas familiares en Bon, esa mini-casita que hace las veces de mansión veraniega por la que van pululando distintos personajes. Mi madre lo mismo cocina para 3 que para 8, dependiendo del día.
Las últimas tardes las he pasado en Barra, una playa que me fascina. Su bosque de dunas está perfectamente conservado y es una delicia en todos los sentidos. Este año además he descubierto el sendero que arranca de las rocas y recorre la costa hasta la playa de Melide. Todo el paisaje y las vistas son de quedarse literalmente embobado.
Creo que recordaré este verano por la cantidad y variedad de puestas de sol. A partir de las 9 la luz dorada inunda las rías, ya sea la de Vigo, o la de Aldán-Pontevedra, las dos entre las que me muevo a diario. He visto atardeceres espectaculares desde Cabo Home y desde el Monte Xaxán, un mirador privilegiado a todas las Rías Bajas, al que no recordaba subir desde que era un crío.
Para completar el cuadro de fascinación veraniega, he encontrado en Aldán un sitio de alquiler de kayaks, el club de Kayak de Mar A Pinela. Hoy me he estrenado. Ha sido una horita de recorrido entre barcas, bateas y playas. Lo suficiente para ver la ría desde otra perspectiva y decidir que a partir de ahora este será un básico de mis vacaciones gallegas en años posteriores. Tengo ya todos los elementos para unas vacaciones perfectas en casa sin necesidad de grandes viajes.