domingo, 30 de diciembre de 2012

El último té del año

Cerramos el año en Londres. Se han venido jap y winnie, desde Madrid, y también dBt, desde París.  El apartamento que habitualmente está vacío bulle estos días de actividad. Me he traído la máquina Nespresso que teníamos en París para poder atender a tantos desayunos. 

Estos últimos días del año han sido de charletas y paseos varios. También hemos introducido a los visitantes en el arte del "afternoon tea". En esta ocasión hemos ido a The Bentley Hotel en el barrio de Kensington. Es un cuatro estrellas pequeño de la cadena Hilton. No tiene ni el esplendor victoriano del Landmark ni el diseño contemporáneo del Hempel, y sin embargo nos ha parecido un sitio muy recomendable para el té. Buen servicio, buena calidad y... "tarifa plana": permiten repetir sandwiches, scones o tés sin cargos extras. 


martes, 25 de diciembre de 2012

Navidad en París

Hemos pasado la Nochebuena-Navidad en París. dBt trabajaba toda la semana de tardes así que no ha habido opción a otros planes, como los Dijon o Metz de los años anteriores. Tenemos además sensación de recta final en París, ya que sólo nos quedan unos meses con casa en la ciudad, así que nos ha gustado la idea de quedarnos. Hasta hemos puesto por primera vez algunas bolitas aquí y allá en plan decoración navideña minimalista.

Pasé la tarde de Nochebuena con las Sylverio, la abuela que acompañaba al Louvre y su hija. Me llevé una botella de champán, algo de turrón y chocolate, y con eso hicimos una pre-fiesta muy agradable. Suelo quedar con cierta regularidad con ellas para compartir las últimas aventuras, que son siempre una penuria tras otra, viviendo juntas en un mini-estudio y pendientes de la venta de una casa en Troyes para poder costear una residencia de ancianos. En medio de tanto drama siempre encontramos algún hueco para unas risas.

El día de Navidad hicimos brunch en casa y dimos un paseo por Trocadero y la Torre Eiffel, y sus correspondientes "Marché de Noël", estos mercadillos que ahora ponen por todas partes, con puestos de gorros, bolsos, y en el apartado culinario crepes, quesos y salchichones. Una plaga, pero dan mucho ambiente. Después,  dBt se fue a trabajar y yo me di un paseo en bici larguísimo y estupendo, hasta la Ciudad Internacional Universitaria de París, un campus de residencias universitarias que bien merece un  paseo. Los edificios más antiguos son de los años 20 y son patrimonio protegido. 



domingo, 23 de diciembre de 2012

Hopper en París

Grand Palais, 8 y media de la tarde de un sábado, cola para entrar, salas abarrotadas, franceses gafotas leyendo los paneles informativos... Le estoy cogiendo un poco de fobia a estas masas de adictos al arte en París. Me encanta Hopper pero ese no es el mejor ambiente para disfrutarlo. Afortunadamente he tenido otras ocasiones más tranquilas: en Washington DC y en una colectiva en el Whitney. De todos modos, es curioso como en cada ocasión los cuadros que te llaman la atención y recuerdas son diferentes. Esta vez me he quedado con esas figuras al sol del atardecer. Debe ser que ahora vivo en ciudades más oscuras. 



sábado, 22 de diciembre de 2012

1789, Los Amantes de la Bastilla

Ya entendemos cómo va esto de los musicales en Francia. Con cada "rentrée" (vuelta de vacaciones en septiembre) se estrena en París un musical de producción propia francesa (es decir, aparte de los "Mamma Mia" y demás de producción anglo-sajona). En los meses anteriores al estreno van publicando algunos videoclips para dar a conocer las canciones y calentar motores. Después, el musical de la temporada pasa unos meses, incluyendo la Navidad, en el Palais des Sports de París antes de hacer gira por el resto del país.

Sin darnos cuenta de esta tradición anual, resulta que hace dos años vimos Mozart, y el año pasado Dracula (de lo mejorcito; de hecho nos gustó tanto que repetimos). Este año el musical es 1789 Les Amants de la Bastille y bueno, sí, está bien, pero tampoco mata. Cuando arranca, proyectan un texto que describe el contexto social de la época: estado en bancarrota, ciudadanos empobrecidos y cada vez soportando mayores impuestos, descrédito de la clase dirigente ... En fin, suena todo muy familiar, sólo que por ahora no está afectando a Francia, un país en el que, como hemos analizado repetidamente en el máster, está muy arraigada la cultura de resistencia y no sumisión. No como otros países en el sur de Europa, que lo aguantan (casi) todo con resignación cristiana...

El vídeo de abajo, "Tomber dans ses yeux", es el último single del musical y da idea de la estética y producción general, bastante sencillita.


martes, 18 de diciembre de 2012

Las catacumbas de Paris

Decepcionante. Estaba en nuestra lista de pendientes y además no quedan lejos de casa pero no es una visita que recomendaría. En realidad son unas antiguas canteras y de hecho los numerosos paneles son de clase de geología: estratos rocosos, el mar que llegaba a París hace millones de años, fósiles... El último tramo es el "osario", creado poco antes de la Revolución Francesa. Tenían sobre-población en los cementerios de la ciudad y problemas de higiene y decidieron ir trasladando los restos a las antiguas canteras. En total restos de 6 millones de parisinos fueron trasladados durante décadas. Y lo colocaron todo bien organizadito: muros y más muros hechos de tibias y calaveras. Sólo se visita un pequeño tramo pero por lo visto están extendidas por buena parte de la ciudad y parece que la gente baja en ocasiones por entradas secretas. Ya hay que tener ganas... En fin, que muy afamadas pero yo no les veo el punto. 


domingo, 16 de diciembre de 2012

Le Bon Marché en Navidad

Hemos tardado en descubrir Le Bon Marché pero ya nos parece un clásico de París. Los escaparates navideños no son tan espectaculares como los de las Galerías Printemps (que por cierto este año todavía no hemos visto), pero también tienen su punto. 

Más allá de fotografiar todos los escaparates, nos hemos acercado en esta ocasión para comprar alguna "delicatessen" en La Grande Epicerie. Sólo compramos cuatro cositas, pero la sorpresa fue el manojo literal de cerezas que compramos. No vimos el precio y nos hemos quedado traumatizados. A casi 70 euros el kilo, hemos pagado 22 euros por 30 cerezas (las hemos contado, por supuesto). No recordaba haber hecho nunca el primo de forma semejante.


sábado, 15 de diciembre de 2012

Amanecer y atardecer en La Défense

Ha sido una semana de horarios largos en la oficina, entre teleconferencias a horas inoportunas y "deberes" del máster. Ha hecho mucho frío pero en general han sido días muy soleados. Me he sentido feliz por poder disfrutar de la salida y puesta del sol entre esa mezcla de arte y arquitectura corporativa que tanto me gusta; todo un espectáculo de luces y reflejos.   


domingo, 9 de diciembre de 2012

Dali en el Pompidou

Pasaré buena parte de diciembre en París, trabajando desde la oficina de La Défense, y haciendo vida social y sentimental. Este primer fin de semana en la ciudad he tenido "Soirée de Nöel" con los compis del master. Ha sido una de esas cenas en las que cada persona aporta algo. La anfitriona (alemana) nos pasó una tabla con 3 columnas (salado, dulce y bebidas) para que supiéramos lo que llevaba cada uno y no repetirnos. 

Y de la eficiencia germana, al caos surrealista. El domingo fuimos a ver la exposición de Dalí en el Pompidou que viajará al Reina Sofía a partir de abril. La cola era considerable pero nos la hemos ahorrado con el pase anual que tiene dBt. Es una retrospectiva extensa, que cubre todas las etapas de Dali, y que contiene numerosos vídeos, así que puede llevar tiempo verla en condiciones. Contiene muchas de sus obras afamadas. En cualquier caso, yo no soy un gran fan, salvo del cuadro que muestro abajo: el tríptico "Paisaje con Muchacha saltando a la cuerda". Me encanta es horizonte, esas nubes, ese  punto "lo que el viento se llevó". 



jueves, 6 de diciembre de 2012

El reparto de las joyas

Mesa de desayuno. Mi madre hace el anuncio; siempre le tocan a ella las conversaciones delicadas. Por lo visto mi padre tiene una sortija con una piedra indeterminada; también unos gemelos, estos sí, de oro; y finalmente un broche, de no recuerdo qué material, pero seguramente noble. Les gustaría que yo me los quedara. El destino de sus joyas, las femeninas, es todavía incierto. 

No supe qué decir. Sólo que yo no utilizaba nada de eso, y que tardaría en ir a Vigo y por lo tanto pasarían meses hasta que me pudieran hacer la cesión. Quedé como aturdido.

Supongo que debería estar contento pero me apena. Es una conversación y un recuerdo que me lleva a un escenario que no quiero ni imaginar. Imagino que les ha afectado la reciente pérdida de una prima muy querida.  Están a esa edad en la que constantemente ven desfilar conocidos; todo un mundo que va desapareciendo poco a poco. Y parece que ellos se han puesto a organizar temas.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Reencuentro familiar en Madrid

Hemos organizado uno de esos encuentros pre-navideños en Madrid. Básicamente consiste en "okupar" la casa de jap en plan familia moderna. Mis padres volaron desde Vigo a principios de semana y pasaron estos días en plan culturetas, visitando museos. Es la primera vez que se vienen a Madrid sin que yo esté pero hace tiempo que jap es parte de la familia y no mi ex, así que se sienten super cómodos en su casa. Yo me incorporé a la "party" el viernes, desde Londres, y dbt el sábado desde París, antes de seguir ruta a Zaragoza para ver a sus padres. En fin, que ha sido todo un prodigio de coordinación y movilidad low-cost.

Estos días hemos hecho mucha vida social y disfrutado del sol; una gozada viniendo de ciudades sombrías. Y por supuesto han caído varias cuchipandas, algunas con invitados especiales como el Sobrino EntrópicoCharo.  En el apartado descubrimientos, sólo cabe mencionar En Estado Puro, en el Hotel NH, un local de tapas de diseño muy recomendable y ajustadito de precio.


martes, 27 de noviembre de 2012

Yue Minjun, arte chino en la Fundación Cartier

Por fin hemos ido a la Fundación Cartier. Era uno de nuestros temas pendientes en París y ahora que vivimos en Montparnasse la tenemos muy cerca.

Nos interesaba el edificio de Jean Nouvel, probablemente uno de nuestros arquitectos favoritos (sobre todo por el Iº del Mundo Arabe). Está bien: el edificio está detrás de una enorme pantalla de vidrio y rodeado por un jardín, con un concepto muy similar al del Museo Quai Branly aunque no tan espectacular. 

La exposición actual está fantástica: la primera exposición europea de Yue Minjun, un artista chino con un estilo muy de cómic, pero principalmente conocido por la risa de sus personajes. Todos salen con una gran sonrisa en la boca cualquiera que sea la situación. De algún modo ironiza y critica el arte propagandístico del "régimen", en el que los chinos tienen que salir siempre felices...


domingo, 25 de noviembre de 2012

Flamenco en París

Hemos ido a ver flamenco con una amiga francesa. A ella le encanta y a nosotros de entrada no nos llamaba mucho pero estábamos dispuestos a darle una oportunidad. Para dbt era su primera vez y para mi la segunda. Había visto a Sara Baras hace años y creo recordar que me aburrió bastante. 

En esta ocasión vimos el espectáculo De Flamencas de Marco Flores, estrenado en Córdoba hace un par de años. Son todo mujeres, cantaoras, bailaoras y guitarristas, y el propio autor, como único hombre, recorriendo distintos "palos" del flamenco. Nos ha encantado. A mi el cante es lo que me cansa más, pero el baile, el palmoteo y el taconeo me encanta. Una muestra de la puesta en escena y el planteamiento general en el vídeo de abajo: troloró, troloró, troloreiro...



domingo, 18 de noviembre de 2012

Otoño en Hyde Park

El reciente viaje a Africa ha estado estupendo en todos los sentidos, pero ahora me esperan unas semanas miserables. Tengo un retraso considerable con los trabajos del máster así que me ha tocado fin de semana encerrado en casa, poniéndome al día. Mi única escapada ha sido para darme un paseo por Hyde Park y disfrutar del otoño. Pensé que me lo perdería y que al volver del viaje ya no quedarían colores que disfrutar, pero no, he llegado a tiempo. Una preciosidad todo. 


jueves, 15 de noviembre de 2012

Museo del Apartheid

El último día en Sudáfrica, el martes, visité con mi jefa, el Apartheid Museum en Johannesburg. Básicamente teníamos todo el día disponible, entre el vuelo interior mañanero desde Richards Bay y la vuelta a Europa que siempre se hace en vuelos nocturnos. Nos pareció que la visita al museo era la actividad más adecuada para cerrar el viaje.  

De forma aleatoria, el ticket de entrada te asigna la condición de "blanco" o "no blanco" y te obliga a utilizar la puerta correspondiente para que te sumerjas en la experiencia de la segregación racial. El diseño del edificio y la estética interior es de tipo carcelario, para subrayar el aspecto opresivo del régimen y las condiciones de vida de la población "no-blanca" durante décadas. Pasamos horas haciendo el recorrido, leyendo los paneles y viendo los numerosos vídeos. Cuesta creer que el régimen pudiera sobrevivir tantos años, y todo sobre un transfondo de explotación económica. Emocionante ver el papel del levantamiento de los estudiantes de Soweto y el resto de "black townships" que hicieron el país ingobernable y forzaron la negociación que dio paso al régimen democrático actual. 


martes, 13 de noviembre de 2012

Richards Bay y Santa Lucia

La agenda de trabajo en Sudáfrica se ha desarrollado principalmente en Richards Bay, un importante puerto de la costa del Océano Indico, en la región de Kwazulu--Natal, el antiguo reino Zulu. Lo más interesante de la ciudad es el puerto deportivo, dónde hay una zona muy animada de restaurantes, y las playas que hay alrededor (dos primeras fotos). Por lo visto, es una ciudad con mucha inseguridad y no conviene aventurarse mucho más... 

Algo más al norte, a aproximadamente hora y media siguiendo la línea de costa, se encuentra el Parque Nacional de Santa Lucía, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y renombrado como iSimangaliso, supongo que por recuperar el nombre original Zulu y abandonar la forma "cristianizada". El parque es un destino turístico muy popular por la abundancia de hipopótamos y cocodrilos.



domingo, 11 de noviembre de 2012

Safari en Zululand

Fin de semana en el parque Hluhluwe-Umfolozi, en la región de Zululand en Sudáfrica. Es una de las zonas protegidas más antiguas del continente; la declararon reserva a finales del siglo XIX. Era un coto de caza real de los reyes Zulu.

El parque es una sucesión de colinas de verde intenso, a veces casi fosforito. Un color muy relajante y muy bonito. Miles de animales pululan por ese espacio, incluyendo los « Big 5 » : elefante, búfalo, rinoceronte, león y leopardo. Vimos bien los 3 primeros; también algún león pero con mala visibilidad. También vimos jirafas, impalas, nyalas, cebras, y un montón de aves. Hicimos los safaris al amanecer (5 de la mañana) y al atardecer (5 de la tarde). El mejor es el de la mañana. Del de la tarde sólo se aprovecha la mitad, antes de que oscurezca completamente. A partir de entonces, aunque el 4x4 lleva unos reflectores, la visión es muy limitada.

Era mi segunda visita a este parque. La anterior fue hace años, en 2003, durante unas vacaciones en Sudáfrica. En aquella ocasión fue una excursión de un día desde Durban. Ha sido agradable volver con más tiempo, y tener la posibilidad de dormir en el parque, en el Hilltop Camp, con unas vistas estupendas. Conste que lo de dormir es lo que menos me gusta de la experiencia safari africano: demasiados sonidos extraños de insectos y pájaros. Me cuesta relajarme con tantas amenazas en el ambiente, y la tensión de evitar las picaduras. 



jueves, 8 de noviembre de 2012

De mina en mina

He visitado mis primeras minas: una de Uranio, en Namibia, y otra de minerales diversos (Titanio y Zirconio, principalmente) en Sudáfrica. Ninguna de ellas subterránea. La primera es una de esas minas a cielo abierto, que consiste en un gigantesco cráter, casi inconcebible, de 400 metros de profundidad y varios kilómetros de diámetro. La segunda es una mina también exterior, que se prolonga casi 20 kilómetros porque extrae los minerales a partir de las arenas de las dunas, y después los transporta a unas instalaciones de tipo industrial: depósitos, tuberías, hornos... toda esa arquitectura que creíamos ya extinguida. 

Puede sonar extraño, pero a mi me ha parecido que tiene todo mucho encanto. Los paisajes son alucinantes. El de la mina en Namibia es como de otro planeta: rocoso, agreste, como las imágenes que podría transmitir una sonda espacial. El de Sudáfrica es literalmente de Parque Natural, aunque no se aprecie en las fotos de abajo (las dos últimas) ya que quería mostrar algo de maquinaria. También me ha gustado, para que negarlo, toda la parafernalia de la ropa de trabajo: en plan explorador, en tonos verdes, y con amarillos fosforitos. Una monada. 



miércoles, 7 de noviembre de 2012

El barrio negro de Swakopmund

He finalizado el tramo Namibio del viaje; los próximos días los pasaré en Sudáfrica. Me ha quedado un sabor de boca estupendo del país. Tanto la parte ocio como la parte laboral han sido muy enriquecedoras. Sin duda, Namibia es un país al que volver de vacaciones en algún momento: playas inmensas, dunas rojizas, paisaje agrestre, y… una gente muy amable.

El domingo hicimos una  excursión cultural. Hay una compañía en Swakopmund que organiza visitas guiadas a « Mondesa », el black township, es decir, lo que durante el apartheid era el gueto negro de la ciudad. Y es que Namibia estuvo bajo tutela de Sudáfrica tras la descolonización y por lo tanto funcionó como una provincia más, sujeta a las mismas leyes, y por lo tanto, a la misma segregación racial, hasta que logró la independencia en 1990, fecha bien reciente. Así, bajo la tutela de Sudáfrica, los negros vivían en un « township » y los « coloured » (todas las otras razas, principalmente mulatos y asiáticos) en otro. En el township negro también había una estricta demarcación por « tribus ». Con la idea de dividir a la comunidad negra, las distintas tribus tenían distintas condiciones de vida: en algunos casos una única habitación y no baño interior, en otros casos, 2 o 3 habitaciones y baño dentro de casa. Un sistema algo maquiavélico.

Durante la visita, nos encontramos con familias de 3 tribus distintas: herero, ovambo y damara. El primer encuentro fue con una mujer herero (reconocibles por sus sombreros en forma de bicornio; alusión a las vacas, que caracterizan la vida pastoril de la tribu). Su casa era super pequeña y humilde;  tuvimos una conversación agradable sobre las relaciones sociales en esa tribu. Después visitamos otro segmento del « township », el más pobre, sin electricidad ni agua en casa. Tuvimos lección de lenguaje de clicks : una lengua en la que hacer distintos chasquidos modifica el significado de la palabra. Finalmente estuvimos en la casa de la jefa de la tribu Damara, que es elegida por un consejo tribal y funciona como gran abuela que otorga consejos y resuelve disputas….  También tuvimos un muestrario de comida local, incluyendo una especie de gusanos que se sirven disecados y crujientes. Probé uno: sabor parecido a mascar un palo o algo con cereales. No es desagradable, el sabor no es fuerte. Probablemente si estuviera blando no me hubiera atrevido.

Me encantó la visita al township, te da otra perspectiva de las condiciones de vida de la gran mayoría de la población negra todavía hoy en día. Y te ayuda a considerar las diferencias entre las distintas tribus, algo que para ellos es muy importante, aunque nos resulte difícil de creer…



domingo, 4 de noviembre de 2012

El Desierto de Namibia

El Namib es el desierto más antiguo de la Tierra, ya existía en la época de los dinosaurios, y se extiende a lo largo de toda la costa del país. El sábado lo recorrimos en 4x4 en un tour de media jornada saliendo de Walvis Bay, la principal ciudad de la costa de Namibia, a unos 30 km de Swakopmund. En realidad el desierto está por todas partes, pero la excursión se adentra en la zona costera sin carreteras, hacia el sur, hasta llegar a Sandwich Harbour, a unos 55 km. Es la parte norte del Namib-Naukluft National Park. La zona es accesible en función de las mareas, porque literalmente las dunas acaban en el mar, dejando una pequeña franja cuando hay marea baja. El punto final del recorrido, dónde se hace un pequeño picnic, es una laguna, entre el mar y las dunas. Subir hasta la cima es agotador, y además la arena está muy caliente, pero la vista es fantástica: el océano de un lado, el mar de dunas del otro.

En su día me había gustado mucho la experiencia del desierto en Dubai, pero este es infinitamente más bonito. Para empezar, el color, con tonos rojizos, por la alta presencia de hierro, y después esa combinación mágica de dunas y océano atlántico. Por si fuera poco, animales. Vimos focas muy cerca de la orilla, gacelas, chacales y flamencos (el resto de aves ni las cuento porque no las conozco). Maravilloso todo. Sé, desde ya, que es un país al que tengo que volver de vacaciones.