viernes, 18 de mayo de 2007

Mixed Emotions

Llevo ya unos días de trabajo por aquí. El martes tuve mi primera impresión sobre la central de la compañía. Un edificio hexagonal en el medio de un gran bosque. Arboles por todos lados... en el exterior y en el interior del patio del hexágono. De película de terror... la jungla que lo invade todo. De repente me han asaltado dudas de para qué me quiero venir a vivir a Estados Unidos. Tanto pedir traslado y una vez visto esto.... sospecho que me agobiaría un poco. Habrá que meditarlo más. Lo mejor del edificio es el mail-robot... un carrito automático que recorre los pasillos con el correo parando en determinados sitios. Espero hacerle una foto antes de irme. La cafetería también está estupenda y la variedad de comida es muy grande. Los americanos, como siempre, muy sonrientes y un poco hmeros.
-
Miércoles y jueves estuve en un hotelito un pelín decadente, en el que hacíamos la reunión del lanzamiento del Grupo de Mujeres a nivel mundial, como parte de la nueva estrategia de diversidad. Muy enriquecedora experiencia. Además vinieron los super-jefazos de la empresa, esos super ejecutivos americanos de las películas, ricos y poderosos. Esos mismos que desde España parecen semi-dioses y que aquí parecen más familiares.
-
Conocí en la reunión a la persona que va a coliderar el lanzamiento y el trabajo del grupo LGBT (Lesbian, Gay, Bisexual and Transexual). Tendré que trabajar con ella estrechamente en los próximos meses. Hemos hecho buenas migas. Es una mujer bajita, lesbiana, directora de una Unidad de Negocio de aproximadamente 80 personas. Es de Puerto Rico... así que hablamos en español, y eso siempre facilita la empatía. Ha estado en el armario laboral prácticamente toda su vida. Cuando nos presentamos al grupo el miércoles, ella no dijo nada de su lesbianismo pero yo sí dije que tenía novio y que no estaba casado aunque en España los gays teníamos derecho al matrimonio.
-
Al día siguiente, jueves, ella hizo un gran coming out delante del presidente mundial, que vino a la reunión. Le habló del miedo que sentíamos los Gays y Lesbinas en el trabajo, y de la importancia de crear un ambiente de seguridad para nosotros. Fue un momento muy dramático e intenso. Me sentí muy feliz por sus palabras. Durante la cena me confesó que lo hizo para compensar de algún modo su falta de valentía del día anterior y al ver que yo había tenido la fortaleza y naturalidad de presentarme como gay ante el grupo. Me he sentido feliz de haber servido para darle fuerza. Estoy seguro de que vamos a trabajar muy bien juntos.