viernes, 29 de junio de 2018

Nuevos barrios en Praga

Ahora que viajo por trabajo por los países del Este, me doy cuenta de lo poco que sé sobre su historia. Me quedé en el Telón de Acero y la transición a la democracia, pero estoy muy perdido con todo lo que pasó antes y, sobre todo, con la complejidad étnico-linguística centroeuropea. Por ejemplo, el eslovaco, el checo y el polaco son lenguas eslavas, pero el húngaro es otra cosa que viene de los Urales, pero que está extendido más allá de Hungría en países limítrofes que fueron parte del Imperio Austro-Húngaro… En fin, todo un lío, que diría Rajoy. 

Viene todo esto a cuento porque esta semana, después de Budapest, me tocó ir a Praga. La oficina está en el barrio de Karlín, que antaño era un municipio independiente. La calle principal se llama Krizikova, y está muy animada con restaurantes y bares. Va en paralelo a los pies de un cerro, Vitkov Hill, al que subí una tarde al salir de trabajar. Se trata de un lugar importante de la historia checa, pero yo no me enteró bien. Hubo una batalla en 1420 entre católicos y husitas, y más recientemente construyeron un mausoleo y monumento nacional en la cima con una mega estatua ecuestre (la más grande de Europa, por lo visto). El caso es que la colina tiene muy buenas vistas, principalmente al barrio de la torre de la TV que no sé como se llama pero promete mucho. Desde allí bajé al centro de la ciudad, incluyendo el barrio judío y el barrio. Muy bonito todo. Creo que me estoy reconciliando con Praga porque me parecía algo sobre-dimensionada y parque temático pero ahora veo que también hay vida con encanto más allá del centro histórico.