miércoles, 5 de mayo de 2010

Un aniversario con vistas

Mis padres llevan 58 años casados, a los que hay que sumar otros 5 de noviazgo. Da un poco de vértigo y al mismo tiempo es algo muy bonito, como de historia épica de amor a través de las generaciones y los cambios históricos. Pensar que han vivido los difíciles años 40 con sus miserias, la eclosión del pop en los 60, la transición política... la TV en blanco y negro, la proliferación de automóviles... En fin, qué cosas. El caso es que les ha pillado celebrar el 58º aniversario en París. Para celebrarlo hicimos una visita al Arco del Triunfo por la tarde, cuando yo salí de trabajar. Nos tocó subir a pie porque el ascensor no funcionaba; menos mal que son unos abuelos muy en forma a sus 80 años. Las vistas nos encantaron a todos. Me parece una visita muy recomendable y fotogénica: La Défense en un lado, Montmatre en otro, los Campos Elíseos y el Louvre al fondo, la Torre Eiffel... Estupendo para ubicar bien toda la ciudad: se distingue perfectamente el Pompidou, Notre Dame, el Panteón, la cúpula de Les Invalides... Todo, todito.
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Al bajar del Arco del Triunfo nos fuimos en metro a la Tour Montparnasse, en plan sorpresa. Ellos pensaban que volvíamos a casa. Hay un mirador en la planta 56 acristalado y también acceso a una terraza descubierta en la planta 59. La entrada es algo cara (11€) pero las vistas son estupendas. Llegamos para disfrutar del anochecer de París. Eso sí, en la terraza hacía demasiado frío (tela estos días con la temperatura).
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Para completar el día, cenamos, también en plan sorpresa, en Le Ciel de Paris. El restaurante ocupa la parte de la planta 56 de la Torre que no es mirador, el lateral que da a la Torre Eiffel. Las mesas están situadas en plan terraza para que todas tengan vistas. La nuestra estaba pegada a la ventana y para ellos, y nosotros, fue genial celebrar el aniversario viendo la Torre Eiffel, que a mi casi me gusta más de noche que de día, por la iluminación. A las horas puntas cambia la iluminación durante 5 minutos en plan  "punteado de luces" y alli estábamos, cada hora, esperando esa especie de campanadas luminosas. Una noche muy emocionante.