miércoles, 18 de enero de 2017

Vuelta a la Casa Azul

La visita a Vigo de diciembre me dejó un sabor agridulce porque vi a mi padre flojo, física y anímicamente.  Decidí en ese momento que tenía que intentar ir por allí más a menudo y allí me fui de nuevo el fin de semana pasado. Era la primera vez que ensayaba una ida Zurich-Madrid-Vigo, y una vuelta Vigo-Madrid-París. Al no haber vuelos directos, el viaje se hace un poco largo pero es factible, y por lo tanto repetible. 

Fue un fin de semana muy familiar. El tiempo fue excelente y pude comprobar que mi padre está mucho mejor. De hecho dimos un largo paseo en Samil, que hace un mes sería totalmente impensable. Uno de los días comimos en la Casa Azul, con mi hermano 2 y familia, y y otro en el restaurante  Bitadorna, con mi madrina. También fui al cine, a ver La La Land, y desde entonces no me sacó la banda sonora de la cabeza, ni las ganas de bailar.