viernes, 8 de mayo de 2020

Arte urbano en París

Las últimas semanas nos han traído un "despertar" hacia el arte urbano. Han sido necesarias estas semanas sin viajes, sin duda el más largo período que hemos tenido sin movernos por trabajo o por ocio, para que pudiéramos prestar atención a los numerosos artistas urbanos que tenemos al lado de casa. 

En realidad, empezamos a conocer algunos "nombres" de artistas callejeros a raíz de un par de exposiciones, una en París y otra en Amsterdam, y porque nos hicimos con una obra de Miss.Tic, la primera artista urbana que nos gustó, entre su feminismo y sus juegos de palabras. Sin embargo, nunca habíamos prestado demasiada atención a las obras en las calles y ahora descubrimos que París está verdaderamente plagada de ellas y que nuestro km cuadrado del confinamiento es todo un museo al aire libre. No nos gustan todas las obras, ni todos los artistas, pero investigarlos un poco ha sido toda una revelación para entenderlos mejor y descubrir nuevas capas en la ciudad.  

Enfrente de casa, en la Plaza Stravinsky, en un lateral del Centre Pompidou, hay un gran muro que reúne 3 de los grandes nombres del "street art" (primera foto). A la izquierda, una especie de Dali de ojos desorbitados pide guardar silencio. Es una obra de Jeff Aérosol que lleva ahí casi 10 años. A su lado, en el medio, hay un mural azul del artista americano Obey, que instalaron en junio del año pasado, y a la derecha, medio alienígena de Invader que instalaron en diciembre. A mi me gustaba mucho toda esa pared pero no sabía que reunía tanta "obra maestra". 

El caso de "Invader" es probablemente el más curioso. Sus alienígenas en mosaico están literalmente por todos lados. Son una auténtica invasión del espacio como él pretende. Además en su página web muestra su localización en todo el mundo y también los puntos que les asigna, porque todo es una especie de simulación de los videojuegos de los 80 con invasores alienígenas. A mi me hace gracia todo el planteamiento pero a dBt no le gustan nada. Y no es el único. He leído que en Hong Kong han retirado todas sus obras y en Japón lo han declarado "persona non grata". En cambio en París han intentado robar sus obras de las calles y recientemente ha vendido una Mona Lisa pixelada por 150 mil euros. Ha sido de contradictorio es el arte contemporáneo. 

Más allá de los grandes nombres que he comentado, hemos descubierto algunos otros. Por ejemplo unos corazones atrevesados por una A de un artista que se hace llamar A2, una especie de A al cubo que corresponde a la A de Amor y la A de Anarquía. Son pequeños pero están también por todos lados. Al igual que los autoretratos de "John Hamon", al que yo personalmente le he cogido manía. Son una auténtica plaga y los tiene en distintas variantes. El hombre lleva 20 años colgando su fotografía por todos lados. Lo más flipante de todo es que ha logrado un gran reconocimiento y también ha hecho proyecciones con su nombre o su rostro en sitios tan emblemáticos como la Torre Eiffel, o el Arco del Triunfo. Vivir para ver. 

También hemos descubierto artistas menos prolíficos y más discretos pero que también nos gustan. Como el que hace Mona Lisas "pop" en tríos, o "Exposito Art" que hace sus autoretratos en espejos de colores. En fin, todo un nuevo universo que hemos descubierto con el confinamiento y que nos tiene bien entretenidos en nuestros paseos diarios.