viernes, 15 de mayo de 2020

Nuestra nueva obsesión por el arte urbano en París

Esta primera semana de desconfinamiento ha traído una renovada actividad a la ciudad. No me esperaba que se fuera a notar tanto, y tan rápido, pero lo cierto es que desde el lunes el tráfico se disparó y el número de gente en la calle también. Por un lado, alegra ver que la ciudad va retomando su pulso y, por otro, entra cierta nostalgia de la tranquilidad de los dos últimos meses. 

Lo que no ha variado, o más bien se ha acelerado, es nuestro interés creciente por el arte urbano en París. Después de todos estos años ignorándolo, ahora estamos ávidos de encontrarnos con obras en la calle y también de reconocer y descubrir nuevos artistas. 

Nos seguimos encontrando con las flores de In Love, con las que empezó todo en abril, y también con los espejos multicolor de Exposito Art. Con estos dos artistas ya hemos entrado en contacto y estamos valorando sus catálogos. 

En el extremo opuesto está un artista al que aún no hemos localizado y que últimamente ha pegado unos personajes en forma de bolo, trazados en blanco con fondo negro. Aparecen siempre de uno en uno y están por todas partes, como se puede ver en alguna de las fotos de mi entrada anterior sobre el arte urbano.  La gran sorpresa fue descubrir esta semana dos grandes murales al lado del Pompidou en los que parece que sus personajes han abandonado la distancia social para congregarse ante el museo. Lamentablemente estas dos grandes obras apenas han durado un par de días. Una la han recubierto enteramente y en la otra han firmado con spray de color. Supongo que hay que asumir que el street art es vulnerable y, en gran parte, efímero. 

Dentro de los artistas a los que ya vamos reconociendo están por supuesto los mosaicos de Invader. Están por todos lados, cual auténtica invasión urbana. Para colmo, nos hemos descargado la app que te permite capturarlos e ir sumando puntos (como en el videojuego, claro). Capturé 20 en una única salida a correr. A dBt no le gustaban pero ahora le hacen gracia así que esto se puede convertir en una actividad adictiva para los dos. 

En los últimos días hemos conocido algunos nuevos artistas: 
ALO, un italiano afincado en Londres que ha dejado su huella en París. 
Eddie Colla, con sus obras de gran formato, y con la pequeña e icónica mujer con mascarilla entre caracteres chinos, que diseñó hace años pero que ha adquirido ahora todo su poder simbólico (penúltimas fotos).
- Angel Crow, y sus extraños personajes en póster, muy coloridos y también omnipresentes (dos últimas fotos). 

En fin, que tiene toda la pinta que este interés obsesivo por el street art ha venido para quedarse. Va a ser el gran legado positivo que nos deje este período inicial de la pandemia de COVID-19. Siempre recordaremos que todo empezó con el confinamiento.