domingo, 9 de agosto de 2020

El Finisterre Bretón

Bretaña es una región muy grande. Bueno, a lo mejor no tan grande, pero es aproximadamente como Galicia, para entendernos. Está dividida en 4 departamentos y Quimper es la capital de uno de ellos, Finistère, el fin del mundo francés. 

Tomando como base Quimper, hicimos un día de excursión hacia el Oeste para explorar la zona del Cabo Sizun. A tan solo 20 km se encuentra Locronan, que presume de ser el "pueblo más bello de Francia", aunque esa categoría la he leído ya muchas veces. Es un mini-pueblín, totalmente peatonal, con arquitectura en granito y plagado de hortensias. Por lo visto, era un lugar sagrado celta, adosado a una colina con vistas al mar al fondo.

Siguiendo la ruta hacia la costa, se llega a Douarnenez, un pueblo pesquero y conservero, cuya actividad gira sobre todo en torno a la sardina. El centro del pueblo y la línea de costa están muy cuidados y es un sitio muy agradable para un paseo o una parada a comer. Nosotros habíamos comido las típicas crepes en Locronan así que paramos para tomar un helado, caminar un poco y visitar alguna galería de arte que nos encontramos por el camino. 

Desde Douarnenez se tarda alrededor de 45 minutos en llegar a Punta de Raz, o Pointe du Raz en francés, que constituye el verdadero extremo occidental de ese saliente o península. La zona alrededor del faro está muy bien preservada. De hecho, tiraron un montón de construcciones en 1989 y construyeron un aparcamiento más alejado de la punta. Hay varios senderos para recorrerla la zona  a pie. La vegetación de matorrales está recubierta de flores moradas, en contraste con el azul del cielo y el mar. La punta rocosa es imponente. Es un sitio muy bello y poético.