jueves, 13 de agosto de 2020

Hotel de Estudiantes en La Défense

Volvimos de Bretaña el lunes, con escala previa en Chartres para comer y para visitar la catedral con Ronke. Fue una visita algo acelerada porque se nos hacía tarde para devolver el coche de alquiler en París antes de la hora límite. En cualquier caso, mereció la pena volver a visitar esas vidrieras, ese laberinto y el recién restaurado muro escultórico que separa todo el coro de la girola (fragmento en la segunda foto). Con todo, y a pesar de lo que le pisé al acelerador, no llegamos a tiempo a París. Pasaban 3 minutos de las 6 y por supuesto la agencia del coche estaba ya cerrada; menudos son los franceses. Menos mal que pudimos dejar el coche en otra agencia cercana. 

Después de pasar por casa, deshacer maleta y poner lavadora, rehicimos maleta de nuevo y nos fuimos esa misma noche al The Student Hotel en La Défense. El motivo es que todavía continuaba la ola de calor (la "canicule"), y con esas temperaturas no hay quien aguante en nuestro apartamento. Estaba caliente el suelo del baño, los muebles, la tarima... Un infierno, vamos. Repasando entradas del blog me doy cuenta de que hemos tenido episodios de estos cada verano de los últimos años; en 2017, en 2018 y en 2019. El año pasado también nos fuimos un par de noches de hotel para, al menos, poder descansar por la noche (y en mi caso, poder trabajar durante el día). 

Este año, dBt encontró una buena oferta en The Student Hotel en La Défense. No conocíamos el concepto, pero surgió hace unos 20 años en Holanda alrededor de la idea de mezclar el concepto de residencia de estudiantes y de hotel para viajeros de negocios. Es todo muy funcional, con sala de juegos, sala de estudios, restaurante de desayunos, gimnasio y ... piscina!. Para que queríamos más. Estuvimos de maravilla. Además, pudimos disfrutar de la arquitectura, las esculturas y los atardeceres de la Défense. Fue todo un planazo. 

Yo me hubiera quedado todavía una noche más en el hotel pero dBt se empeñó en volver a casa la última noche de la ola de calor porque, aunque las temperaturas nocturnas aún se preveían elevadas, iban a empezar las tormentas. El caso es que acabamos pasando una mala noche a pesar de dormir con el ventilador puesto. Y eso no fue lo peor, la tormenta de la tarde desató un viento tan fuerte que nos tiró al suelo un par de cuadros (no estaban colgados sino apoyados encima de una estantería). El de Miss.Tic acabó con una esquina del marco roto pero sin afectar a la obra pero el Purple Rain de Londres acabó con el lienzo roto. Un disgusto, la verdad, pero guardamos la esperanza de que se pueda restaurar.