domingo, 5 de agosto de 2018

Atardecer en BNF

Me he pasado un mes completo sin pasar por casa, de viaje en viaje por Europa. Ha sido una proeza logística porque he utilizado los encuentros con mi maridito en Milán y Londres, así como la base que tengo organizada en la casa de jap en Madrid, para ir cambiando de trajes y camisas. El caso es que ya tenía ganas de estar en casa y también de disfrutar un poco de París. 

Mi vuelta a la ciudad ha coincidido con el arranque de los Gay Games que celebran en este inicio de agosto su X edición.  Como dBt trabajaba el sábado, nos perdimos la ceremonia de inauguración; una rabia, la verdad pero es lo que tiene el mundo de la hostelería... A falta de juegos, nos consolamos con un helado Berthillon en la Isla de Saint-Louis, todo un clásico veraniego parisino, y un mega-paseo de ida y vuelta hasta el barrio BNF, dónde está la central de la Biblioteca Nacional de Francia. Las riberas de esa parte del Sena quedan un poco más alejadas del centro pero están muy animadas y son muy agradables para hacer un aperitivo o cenar. 

Estos días hace mucho calor en París (parece que la ola de calor afecta a toda Europa, en realidad) pero no me quejo. Llevaba tanto tiempo sin estar por casa que casi tengo sensación de vacaciones. Me encanta disfrutar de los atardeceres espectaculares de estos días y de poder dormir en bolas sin riesgo a enfriarme.