sábado, 15 de agosto de 2015

La Tour Saint-Jacques

La Torre de Santiago es uno de los iconos del centro de París. Está muy cerca del Hôtel de Ville, entre la rue de Rivoli y el río. Es lo que queda de una iglesia medieval que se vendió como cantera de piedra después de la Revolución. En esa iglesia se reunían los peregrinos para tomar la ruta de Tours hacia Compostela. Curiosamente, este hecho tan relevante no lo mencionan en las visitas guiadas, organizadas en verano por Des Mots & Des Arts. Ayer dBt me llevó por sorpresa a una de ellas. 

Durante la visita descubrimos que uno de los principales benefactores de la iglesia fue Nicolas Flamel, que supuestamente había descubierto la piedra filosofal, y cuya casa, la más antigua de París, se encuentra en la calle Montmorency, en la que vivimos en nuestra etapa anterior en la ciudad. 

En cualquier caso, obviamente, lo mejor de la visita a la Torre de Santiago es poder subir a la terraza. Las vistas son maravillosas en todas las direcciones. Hay que reconocer que esta ciudad es tremendamente fotogénica, desde el suelo y desde cualquier altura a la que te subas. Uno de sus encantos es que, por mucho que la conozcas, continuamente descubres nuevos ángulos y perspectivas.