Profesionalidad (apuntes de Corporate Spain)
Leo hoy, en una de esas newsletter profesionales que recibo, que la mente es como un surfero entre las olas... navega una gran ola cada vez. Primero una y luego otra... Lo malo es cuando la cabeza se te queda enredada en la misma ola, no eres capaz de surfear a la siguiente y ...te estampas en la que vas subido contra un acantilado.
Ayer tuve comida de compañeros ex-Accenture. Es un grupo muy variopinto. Unas 10 personas, todas de 40 para arriba, más bien tirando a los 50. Gente con la que sólo comparto nuestra pertenencia a Corporate Spain y nuestro paso por la misma compañía. En realidad ni siquiera son personas con la que estuviera muy unido en su momento, a excepción de mi primera jefa. El caso es que nos vemos aproximadamente una vez al año. Me senté al lado de M de Telefónica, que lleva una carrera estelar en el área de RRHH de esa compañía tan querida. Ayer me habló de Ciudad Telefónica, su nuevo centro de oficinas. Ella lleva un mes y medio instalada. Aunque todavía no está plenamente operativo, ya ha supuesto un revulsivo para los directores. Plantas diáfonas, muebles funcionales, despachos de cristal en la zona central y espacios open en el exterior, como debe ser. Tendrán multitud de servicios: guardería, gimnasio, restaurantes... Todo abierto a la comunidad, huyendo de crear un guetto Telefónica. Vamos que ya estoy deseando ir a verlo, aprovechando una comida con ella allí. Y también estoy deseando cambiar de oficina porque no puedo con esta tan rancia en la que trabajo.
Por la noche, cené en el Thai Gardens de Jorge Juan, con LesbiFriend y una compañera de mi empresa. LesbiFriend trabaja en una empresa biotecnológica que actualmente busca financiación. El capital inicial privado se ha quedado corto y necesitan inyectar dinero. Han tenido varias visitas de firmas de Capital Riesgo (Venture Capital) que se dedican a analizar en detalle la viabilidad del negocio y la capacidad del equipo gestor antes de decidir si invertir dinero. Ha sido toda una experiencia para ella y me ha recordado las tribulaciones financieras por las que pasan las pequeñas y medianas empresas que no cotizan en bolsa.