Ansiedad (Nervios en Madrid)
Esta última noche ha sido algo caótica. Cena en Summa, un japo cercano al Bernabeu. Todo muy mono, y muy rico y, por lo visto, con mobiliario de Philippe Starck. Pero últimamente mis experiencias culinarias son diferentes. Me aproximo a los restaurantes con otra mirada, debido a la influencia de dvt y su trabajo en hostelería y restauración. Lo disecciono todo de modo más analítico: el producto, el servicio, el espacio, los pequeños detalles... Aquí no hacía falta seguir un proceso muy estructurado. La mesa que nos asignaron era directamente infame, tremendamente incómoda. Nos quejamos pero por lo visto no había alternativa... y eso que el reservado que tienen arriba estuvo toda la noche vacío. Quizás como tiene capacidad para 12 personas y nosotros éramos 13... decidieron ubicarnos en una mesa de 10!!. En cualquier caso, fue una cena agradable y la disfruté a pesar de que realmente sólo tenía amistad con 2 de las personas, MD y JS.
Lo peor de la noche estaba por llegar. Había dejado el coche en el parking del Moda Shopping y, ups!, estaba cerrado a cal y canto hasta la mañana siguiente, a partir de las 7. Bajé en metro y descarté ya definitivamente el asistir a la sesión DJ de Dover en Cool. Me dio muchísima pena porque soy super-fan del último disco y me gustaba la idea de bailoteo con ellos pinchando. Y mas me hubiera valido ir, porque al final dormí fatal y poquísimo. dvt y yo tuvimos desveles en paralelo.
Hoy a las 6 estaba otra vez en pie. Metro de vuelta a Azca, pagar el parking (14 euros la broma) y la decepción de ver el parking cerrado con un portalón que no se abre. Pánico. Eran las 7 casi y cuarto de la mañana y mi avión a Barcelona salía a las 7:55. Tras 5 minutos eternos de espera aparecieron los seguratas y me abrieron. Carrera en coche y carrera humana por la T4. Y al final llegué a Barcelona a primera hora de la mañana como tenía previsto.