martes, 4 de mayo de 2021

La isla de Giudecca

Nos alejamos en la isla de Giudecca, o tal vez habría que decir "islas" porque creo que son varias consecutivas unidas por puentes y separadas por pequeños canales. En cualquier caso, forman un "todo", una franja alargada y estrecha situada al sur del casco principal de Venecia. 

Nuestro hotel era una antigua fábrica de pasta, el Molino Stucky, por lo visto la más grande de Italia hasta la segunda guerra mundial. Es un enorme edificio de ladrillo rojo en estilo neogótico, torre incluida. Recuerda mucho a  los mega edificios del puerto de Hamburgo. El hotel estuvo cerrado durante meses por la pandemia y reabrieron a mediados de abril, con servicios a medio gas. Lo elegimos por las vistas, básicamente, tanto desde la habitación (primera foto) como desde la terraza del bar (última foto) que te permite disfrutar el atardecer tomando una copa. 

Al lado del hotel, está una de las iglesias más antiguas de Venecia, Santa Eufemia, fundada en el siglo IX, y con estructura veneciana-bizantina. Por fuera parece poca cosa pero el interior es bastante sorprendente. Es una iglesia tranquila y a escala humana, lejos de la sensación abrumadora que deja la visita de otras iglesias de Venecia, atiborradas de pinturas y de obras de arte. 

La ribera de la isla de Giudecca tiene un paseo impagable por las vistas, las terrazas de restaurantes, los canales y las iglesias, todo jalonado con varios embarcaderos de vaporetto. Ese largo paseo fue nuestra primera toma de contacto con la ciudad. También hicimos alguna comida y cena en las terrazas, muy recomendables, que suponen un  buen plan alternativo para ocasiones en las que haya mucho turismo en el centro.