viernes, 16 de octubre de 2020

Saint-Sulpice y Saint-Germain des Près

Desde la vuelta de Estocolmo, hemos entrado en la cuenta atrás final de París. Nos quedan 2 semanas antes de empaquetar todo y mudarnos a Madrid. Cada día que pasa somos un poco más conscientes y también nos da un poco más de pena la idea de dejar la ciudad. Aprovechamos cada día para salir a pasear en una dirección distinta e ir desmidiéndonos poco a poco de los distintos barrios. 

Esta semana hemos entrado en la Iglesia de Saint.-Sulpice.  Yo había estado hace poco, aquel domingo de la visita al Museo Bourdelle, pero dBt llevaba mucho tiempo sin entrar y aún no había visto  los cuadros de Delacroix restaurados. Están situados en una capilla a la derecha de la entrada. Aunque la iglesia es del siglo XVII, los cuadros son del XIX. Los dos están bien pero mi preferido es el de La Lucha de Jacob con el Angel. Es un combate entre el bien el mal, entre la pasión y la virtud, y yo le veo un contenido muy homoerótico, tanto en lo estético como en lo conceptual. 

El interior de la iglesia de Saint-Sulpice necesita una limpieza urgente porque los muros están muy ennegrecidos. El exterior, en cambio, es muy luminoso, sobre todo al atardecer porque la orientación de la iglesia hace que la puesta del sol ilumine toda la fachada. 

A 5 minutos andando de Saint-Sulpice se llega a la basílica de Saint-Germain de Près (3 últimas fotos). Imposible pasar por la puerta y no entrar.  Hablé hace unos meses de esa policromía esplendorosa. Es apabullante, una belleza absoluta que inunda los sentidos en 360º y que dificulta fijar la atención.