domingo, 26 de noviembre de 2006

Nocturnidad

El avión del sábado iba en realidad a Istanbul. Varios pasajeros se quejaron de la escala en Barcelona porque no les habían dicho nada. Para mi fue un incordio adicional tener que pasar la aduana tanto en la T4 como en El Prat. Fantaseé con la idea de seguir viaje, para visitar a Basak antes de su boda.
Por la mañana, entendida como el tiempo anterior a la comida, fuimos a ver Offjects, una exposición de diseño posterior al 92, en el Museo de Artes Decorativas (Palau Pedralbes). Me sorprendió que no dejaran tocar los objetos, porque los objetos cotidianos pierden un poco si no puedes tocar los materiales. No nos paramos a ver la colección permanente; no parecía muy interesante.
Tras la exposición nos acercamos a un Starbucks para reanimarnos un poco con la cafeína y la nata. Despúes un par de compras en el centro comercial L'illa, cosmética y galletas de diseño, para seguir la tónica del día.
La tarde transcurrió entre siesta y lecturas varias gays (publicaciones gratuitas y entrevista a Fangoria en Zero).
Cenamos un menú nocturno en el Gaixample con AHM y JHM. Conversación animada, aunque AHM estaba algo eléctrico, permanentemente pendiente del teléfono. Después nos tomamos una copa en un bar que no conocía, Ambar creo, con una sala de billares al fondo, muy americano. De ahí, directamente al Salvation. Me apetecía ir, aunque sin grandes expectativas porque mi visita a Metro, la otra Disco-Meca gay, había resultado algo agobiante por el mogollón de gente.
Me lo pasé muy bien. Probé media pastilla de Extasis. Acabo de saber que fue descubierta por Merck alemana en 1912. Ahora entiendo el misterio de cómo la gente aguanta hasta tan tarde. Esto sobre todo te espabila y te da energía. No tienes sensación de cansancio y la música te suena con mayor intensidad. Tocó sesión de bailoteo hasta las tantas. Estuvimos más en la sala de House, pero nos acercamos también a la sala Petarda un par de veces ("Criticar por Criticar" de Fangoria las dos veces). Recuerdo todo muy bien. Estaba de buen humor pero tampoco eufórico. En ningún momento me sentí pasado de vueltas. Todo en su punto. Al salir, AHM aún se quería ir a un after que hay en Viladecans. Pero esa excursión nocturna en bus ya no me llamaba nada. Nos fuimos para casa tras un intento al XT, cerrado por reformas. A las 7 en la cama; no recuerdo cuando fue la última vez que me acosté tan tarde. Pero satisfecho y haciendo un balance muy positivo.