Festividad

Nunca pensé que celebraría un día de Halloween en PortAventura, precisamente un 1 de Noviembre. Pero allí estaba yo este pasado miércoles festivo. Con dvt (después de votar, by the way) y unos amigos de Zaragoza. Definitivamente, las atracciones típicas estilo montaña rusa no son para mi. Me ponen mal cuerpo y peor espíritu. Disfruto de las de agua y de las de miedo. Aunque ese día lo que daba más miedo era la horda de chavalines berreando y haciendo el cafre. Insoportable la bronca que armaban. Perdía todo un poco de gracia. Y supongo que los actores que estaban currando estarían hasta el gorro de todas esas manadas. Frente a la socialización masiva del miércoles, el jueves en Barcelona fue un día tranquilo, agradable e íntimo. Primero, dormir sin parar. Segundo, comida con compi de la empresa en Bruselas, miembro del Colectivo Gay de la compañía. Casi podríamos decir que aquello fue la primera reunión del colectivo en Europa. Como primera toma de contacto estuvo bien. Por último, paseo por Barcelona, ya solos dvt y yo. Super agradable. Born, Plaza del Rey, Pza de Cataluña, sacar las entradas de Fangoria en El Corte Inglés, curiosear en algunas tiendas (Zara, Diesel, multimarca...), tomar algo en el Ensanche, visitar la tienda de Altair (para volver)... No recordaba pasar un día laboral en Barcelona. La sensación es diferente a la del fin de semana. La tarde acabó con la moto averiada, pero cerca de casaB, al final de l'Avinguda de l'Hospital. Como aún no me he puesto con el catalán, puede que cometa errores al escribirlo. Pero la buena predisposición es lo que cuenta.