domingo, 28 de junio de 2020

Monforte de Lemos

No conocía Monforte y ha constituído una sorpresa positiva y negativa a partes iguales. Es indudable su importancia histórica y su increíble patrimonio artístico. Hay pocas ciudades en Galicia que atesoren todo esa majestuosidad civil y religiosa. Al mismo tiempo, entristece ver la desfeita urbanística de edificios sin la más mínima gracia arquitectónica, con más altura de la que deberían por su entorno y con medianeras vistas que constuyen auténticos "frontones" de cemento.  He hecho una selección fotográfica que muestra la belleza de la ciudad pero Monforte acumula también demasiadas dosis de fealdad urbana. 

El Parador está ubicado en el antiguo Monasterio de San Vicente del Pino y en restos del antiguo palacio de los Condes de Lemos. A su lado se conserva la Torre del Homenaje. El Parador y la Torre están en lo alto de un cerro y dominan toda la ciudad. A sus pies se ubican las callejuelas medievales y parte de las murallas. 

La experiencia de alojarse en el Parador fue algo extraña. Llevaban un par de días abiertos y los protocolos de limpieza y desinfección son francamente exagerados. Todo muy paranoico y penible para el personal. Hay constantes recordatorios de que las cosas están "higienizadas": llegué a contar hasta 8 de esos cartelitos en la habitación, incluyendo mando de la tele y perchas! No entiendo esa paranoia cuando la transmisión por superficies de objetos no está demostrada y es altamente improbable. En mi opinión, en lugar de tranquilizar todo eso sólo dispara la ansiedad de pensar que cualquier cosa puede estar contaminada. Por no mencionar la "experiencia desayuno", que requiere reserva previa y está limitada a 30 minutos. Efectivamente, el turismo va a tardar en recuperarse. 

En cuanto a Monforte, además del casco medieval, me encantó la zona del río (Cabe), alrededor del puente romano y el Convento de las Clarisas. Está super cuidada, con senderos a ambos lados del río y casitas de galerías blancas. También me impresionó verdaderamente la mole inmensa del Colegio de Nuestra Señora de la Antigua. Ignorancia total la mía que no sabía que existía tamaño ejemplo de arquitectura herreriana en Galicia. No me extraña que lo llamen El Escorial gallego; es un mote a la altura de su majestuosidad.