viernes, 30 de marzo de 2007

Felicidad

He acabado estos días El viaje a la felicidad de Eduardo Punset, un libro que parte de describir la base neuronal de las emociones. Después analiza los factores tanto internos como externos al individuo que las determinan y acaba planteando la supuesta fórmula matemática de la felicidad. Si tengo ánimo, escribiré esa fórmula en otra entrada del blog.
-
En el capítulo de factores internos, el autor cuenta uno de mis experimentos favoritos. Lo realizó Martin Seligman, con ratas y con perros. Básicamente lo que se vio es qué pasaba si metes a los animales en una jaula con una palanca, y al apretar ésta o bien sale comida o una descarga eléctrica de forma totalmente aleatoria. Pues bien, ante la incapacidad de controlar la situación, los animales se estresan mucho, acaban paralizados, destrozados emocionalmente y finalmente mueren. Se llama paradigma de la indefensión aprendida. Y es una de esas joyitas de la psicología. En definitiva, dice que todos necesitamos tener la sensación de control sobre los acontecimientos y sobre nuestras vidas, o de lo contrario caemos en la infelicidad. Esta semana tengo ejemplos en varias direcciones.
-
Hoy fue un día super happy para mi. Me ha costado una semana conseguir que en mi empresa saliera la comunicación interna sobre los mejores lugares para trabajar en España en la línea que yo consideraba adecuada. Puesto que nuestra posición en la lista se deterioró mucho desde la última vez que nos presentamos, yo quería incluir áreas que había que mejorar en la empresa. En plan: estupendo que sigamos siendo uno de los mejores lugares para trabajar pero nos tenemos que poner las pilas en algunas cosas y concretamente son ... He pasado del disgusto inicial de ver que mi jefe no apoyaba para nada ese planteamiento, a la euforia de hoy al ver que el Director General envío el comunicado como yo quería. Infelicidad por falta de control sobre la situación durante días y alegría al recuperar el control.
-
Por otro lado, también esta semana, sobrino entrópico ha dejado su trabajo en H&M (por cierto, un excelente lugar para trabajar según él). Ha decidido retomar su vida de estudiante. Como su comportamiento es impredecible, me genera disgusto. Y pérdida de credibilidad en sus opiniones. Temo por su propia satisfacción vital a medio-largo plazo.