Selección comercial
Segundo fin de semana de procesos de selección de personal. Si el pasado fue con MBAs en Barcelona, en este ha tocado comerciales en Madrid. Curiosamente hacemos un Assessment Center más largo para la selección de comerciales, prácticamente el doble, que para jóvenes talentos con futuro. Entre las pruebas nuevas, un caso de organización de rutas comerciales (decidiendo entre varias opciones, por ejemplo ver clientes nuevos o clientes ya conocidos y muy rentables) y un caso bastante conocido de supervivencia en un desierto (en el que el grupo tiene que decidir el orden de 10 posibles objetos).
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Una de las pruebas que más me ha gustado es la de vender algún producto. En general todos vendieron productos de su trabajo actual... tarjetas de crédito, aparataje para hospital, productos de ahorro, o un chip de pruebas genéticas anti-ageing (flipante). Pero hubo una candidata que destacó especialmente... vendió bolitas de miel (tipo las de aceites de baño) dirigidas a hostelería, para evitar pringarte y con distintas variedades (por ejemplo miel con ginseng). El producto no existe salvo en la cabeza de esta chica, pero seguro que yo sería un consumidor habitual si lo encontrara en el supermercado.
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Hay candidatos que destacaron en una prueba pero no en otras y eso hace que la decisión de cuales deben continuar el proceso, realizando entrevistas en central, se complique. De nuevo ha sido una experiencia enriquecedora y divertida. Y estoy descubriendo todo lo que se aprende con la selección de personal... de otros sectores, de otros mundos, de otras personas.
