viernes, 31 de julio de 2020

Los encuentros de Allariz

Hace años que no viajaba a Vigo en coche. Para empezar porque hace años que no lo tengo y también porque al vivir fuera de España es más práctico volar directamente. Sin embargo, en apenas un mes lo he he hecho un par de veces, con el coche de jap. La primera hace un mes y la segunda este fin de semana, para asistir al 90 cumpleaños de mi madre. 

Allariz es una "parada clásica" para las rutas en coche desde o hacia Madrid. Está plagada de alicientes. La zona del río es super bucólica y tiene un par de buenos sitios para comer, en un antiguo molino y en un antigua curtiduría.  El casco viejo está super cuidado  y también tiene varios sitios agradables para café o comida. 

Para completar los encantos, en estos dos últimos viajes hemos hecho paradas acompañados, o digamos sincronizados con otros viajeros. Hace un mes, paramos a tomar un café con mi hermano mayor y mi cuñada, en la vuelta a Madrid. Ella tiene algunos problemas de salud últimamente pero está más sociable y agradable que nunca, reconciliándose con la vida. Por su parte, en este último viaje, coincidimos en ruta con su hijo, mi sobrino V, aquel sobrino Entrópico de otra época, que  anda ahora muy centrado y cariñoso. A todos se nos nota, para bien, el paso del tiempo. Estamos más maduros y sensatos, al menos la mayor parte del tiempo.