Septiembre en blanco y negro

Las 3 plagas de la temporada, demencia, cáncer e ictus, por orden de aparición en la familia, tiñeron agosto de azul y negro. Septiembre trae más de lo mismo, aunque podríamos decir que ahora hemos pasado al blanco y negro, ya que a mi madrina la han trasladado a un hospital para hacer la rehabilitación y este tiene el blanco como color dominante. La visité un par de veces y pude constatar tanto el progreso de las 3 últimas semanas como el largo camino que queda por delante. Hay silla de ruedas y dependencia extrema aún para rato. 

Mi padre sigue en su deriva al caos y mi madre está cada vez más estresada y agotada. Su resistencia a aceptar más ayuda a domicilio me lleva a los demonios. Creo que la situación caerá por su propio peso, pero es muy frustrante lidiar con abuelos tan cabezones. El mejor momento juntos fue un mini-paseo por el centro de Vigo que nos permitió ver el avance en la peatonalización de la Puerta del Sol. 

Por último, lo más gratificante del fin de semana (o más bien, debería decir lo "único" gratificante) fue ver a mi cuñada, y al resto de la familia de la Casa Azul, con tan buen ánimo para enfrentarse al cáncer. Segundo ciclo superado, mucho menos pelo en la cabeza, pero muy buen espíritu. Es reconfortante verlo en el medio de tanta desgracia.