martes, 26 de octubre de 2021

Mandarin Madrid

Hemos tenido nuestra primera experiencia Mandarin Madrid este domingo pasado con un brunch. Celebramos así nuestro 5º aniversario de boda, que para ser precisos había sido el viernes que yo pasé en Vigo. Simplemente había olvidado esa fecha tan relevante cuando hice la reserva del vuelo y, como somos gente práctica, decidimos celebrarlo a posteriori. 

Fue todo muy emocionante porque no conocíamos el espacio y porque Mandarin es una cadena mítica para nosotros porque allí se inició David en el mundo del lujerío y porque gracias a aquello visitamos algunos de sus hoteles por el mundo. 

El espacio del lobby y lo que llaman Palm Court, el patio cubierto, es amplio y elegante. Nada que ver con las estrecheces del Four Seasons. También está muy bien el espacio del restaurante, con vistas al patio, y el bar que también tiene acceso al patio. 

El brunch es sentado y servido. Supongo que los motivos son pandémicos, para que la gente no circule, pero lo cierto es que resulta más agradable porque acaba siendo una experiencia como de menú degustación, con varias rondas de platos. Todo estaba bueno aunque los platos calientes algo fríos, algo que un sitio así no se puede permitir. 

Estuvimos de charla con uno de los directivos del hotel, al que conocía David. Fue una larga conversación, entre lo personal y lo profesional, muy agradable. A David le entraron ganas de reengancharse con la marca y volver a trabajar. A mi me da un poco de pereza la perspectiva, por el impacto que tendría en cuanto a horarios y disponibilidad de fin de semanas, pero lo importante es lo que le apetezca hacer a él. Acabamos la tarde tomando una copa en el jardín que estaba medio-cerrado y muy tranquilo. Ahora ya caminamos hacia el invierno pero ese jardín tiene muchas posibilidades y es claramente repetible.