Fin de semana en Pedraza

Acompañados de Juan y Alberto, nos fuimos de fin de semana a Pedraza. Fue un acierto total de destino, ruta y actividades. Aprovechamos muy bien el tiempo y nos lo pasamos pipa. El pueblo tiene mucho encanto, de eso no cabe duda. Absolutamente medieval y perfectamente preservado, encerrado en su muralla, con una única puerta de acceso, y encaramado a un cerro. A su alrededor se extiende el paisaje segoviano, con colinas, encinas y la Sierra de Guadarrama al fondo. Es un pueblo bonito de día y de noche. 

Nos alojamos en el Hotel de la Villa, muy recomendable, y cenamos en la Plaza Mayor, en la terraza de Casa Taberna, el hotelito-restaurante montado por Samantha Vallejo-Nágera, a la que tengo que reconocer que no conocía. Una amiga de David trabajó en el proyecto de apertura hace unos meses y ella se encargó de hacernos la reserva y darnos la lista de recomendaciones de qué hacer en el pueblo. En realidad, es todo muy pequeñito así que acabas tropezándote con todo lo que hay que ver, incluyendo las tiendas. 

En un extremo del pueblo está situado el castillo, que merece la pena, por fuera y por dentro. En 1926 lo compró el pintor Ignacio Zuloaga y actualmente lo muestran en visitas guiadas, muy bien narradas, que   incluyen un par de pequeñas salas con cuadros del artista.