jueves, 26 de septiembre de 2019

Elección de materiales

Ahora que han empezado las obras en el apartamento de Madrid, con la fase de derribos, se nos acumulan las decisiones a tomar. Es todo algo agobiante porque hay que decidirlo todo: dónde va la caldera, que no cabe en la cocina, dónde va el tabique del baño respecto al vestidor, dónde van finalmente en los radiadores, para que estorben menos, cómo van los conmutadores de la luz y los enchufes.... En fin, un montonazo de cosas y bastante estrés. 

Con semejante panorama, esta semana pasamos un par de días en Madrid, además del domingo, para supervisar todo, reunirnos con la arquitecta y la contratista, e incluso arrancar el tema de la cocina y empezar a ver materiales. Hay tantísima variedad de todo, modelos y opciones, que tomar decisiones es una heroicidad. Siempre te queda la duda de si estás acertando o hay alguna opción mejor. Ahora entiendo totalmente todo eso de la "paradoja de la elección" y porque nos bloqueamos y sufrimos en un mundo que ofrece infinitas posibilidades. 

En medio de tantas angustias, comimos el domingo con mi sobrina I, que prepara oposiciones a Psicóloga de Prisiones. Esa misma tarde, aprovechando que yo iba al dentista en el Corte Inglés de Callao, disfrutamos de unas vistas magníficas de Madrid desde el espacio de restauración de la última planta, al que no habíamos vuelto desde 2013. Está algo masificado pero esa vista de la Gran Vía, que parece sacada de un cómic, no tiene precio. Es una preciosidad absoluta.