jueves, 27 de junio de 2019

Primeras impresiones de Kuala Lumpur

Las primeras horas en Kuala Lumpur fueron duras. No es una ciudad fácil. Está atravesada por autopistas y por calles que también lo parecen porque son de sentido único y tienen un tráfico intenso. Hay obras por todas partes. La ciudad vive un boom de construcción que recuerda al de Dubai de hace unos años. Hay ya numerosas torres altas pero se están construyendo muchas más. Luego está el calor tropical, claro, que tampoco ayuda. Bochorno nocturno y bochorno diurno; no te libras. 

Kuala Lumpur vive alrededor de las compras y la comida. Los centros comerciales están por todas partes; desde los de hace décadas, con estética setentera y ochentera a los más ultramodernos. Los precios son bajos, incluyendo la ropa de marca, sobre todo al estar rebajada en 40-60%. 

La comida también está por todas partes, en los centros comerciales pero también en la calle. Di tú que yo no soy nada de "street food". Me echan para atrás los olores, los plásticos y hasta la gente. Tuve mi experiencia en Chiang Mai en Tailandia, combinada con compras de mercadillo, pero no me he vuelto a animar. 

Para rematar las "peculiaridades" de Kuala Lumpur están los mosquitos. Son lo normal con este clima, pero es una preocupación adicional viniendo desde Singapur, porque allí, por lo visto, los fumigan ampliamente y no vimos ni uno. En cualquier caso, para mosquitos los de Milán, una ciudad en la civilizada Europa que está literalmente infestada aunque nadie hable de ello.