Paisaje post-electoral

He tenido que tomarme un respiro para digerir el resultado electoral. No la victoria del PSOE que nos ha llenado de alivio a unos cuantos sino el aumento del Partido Popular. Tengo serias dificultades para entenderlo. No conozco ningún simpatizante del PP que se haya quedado en casa. Ni la más mínima sombra de cuestionamiento de lo que ha sido esta legislatura. Me da miedo que un partido tan a la derecha tengo esos resultados. Supongo que la explicación es que todo el mundo se ha polarizado y que de algún modo toda esta gente piensa que ZP es lo peor y que realmente rompe España, se rinde a ETA, destroza la familia, hunde la economía y oculta los secretos del 11-M. Debe ser eso, claro. Me cuesta verlo pero tengo que aprender a superarlo y convivir con ello.

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El paisaje político me genera cierta inquietud, sin embargo mi nuevo paisaje laboral me tranquiliza. Mi despacho da al bosque de naves de la fábrica. No hay trajes ni tonterías y me encuentro super a gusto. Supongo que a la larga los viajes a Alcalá y los madrugones me acabaran cansando, pero ahora mismo lo llevo todo bien. Lo único que me preocupa un poco es una reunión con directores de Recursos Humanos que tengo esta semana. Tengo que hablarles de flexibilidad en el trabajo y de presencia de mujeres a nivel directivo. Todo muy moderno; igualito que ellos.