martes, 21 de junio de 2022

Estudio de demencias

Este fin de semana estuve en Vigo. Ha sido un viaje agridulce. Claro que me gustó ver a mis padres y comer en La Casa Azul y ver al resto de la familia, pero la salud mental de mi padre no deja de preocuparme. Desde que estuve en Vigo la última vez, en aquel viaje coincidente con el cambio de marcapasos, su situación ha mejorado ligeramente, pero los signos del deterioro son más que evidentes. Ya no controla sus pastillas, tiene dificultades para vestirse y desvestirse, esconde sus propias llaves y luego no las encuentra, y no deja de inventar historias o decir incoherencias. Una pena todo. Y una preocupación porque la cuidadora, mi madre, no deja de tener casi 92 años y una sordera galopante. Estamos ante un cóctel explosivo para esta nueva etapa. 

El médico de familia que les atiende parece haber despertado ante la nueva realidad. Les ha hecho una visita en el domicilio y ahora ha pedido un TAC (todavía sin fecha programada) como parte de un estudio de demencias. En mi próxima visita a Vigo, en menos de un mes, espero poder verle y tener una conversación sobre cual es la mejor manera de gestionar la nueva realidad.