Mar de Vigo
Días de primavera en Vigo; ideales para tomar el sol y disfrutar del mar. Me acerqué el sábado a visitar el Museo do Mar de Galicia, recién reinaugurado. La situación no puede ser mejor: una pequeña península que se prolonga en un espigón rematado en faro y que deja una playa a cada lado. Vistas espléndidas: hacia un lado, la ría de Vigo con las Islas Cíes al fondo, y hacia el otro el interior de la ría y la ciudad. Arquitectónicamente, una joya. En el lugar había antiguamente una fábrica conservera y posteriormente un matadero (así que estamos ante un nuevo Matadero reconvertido en espacio artístico-museístico, como el de Madrid). Por todos los motivos mencionados se merece una visita, o varias, porque no defraudará. Sin embargo, los fondos son bastante flojos: objetos y paneles sobre el mar desde el punto de vista socio-económico y biológico-oceanografico. Algo denso y poco atractivo. Sin planito de situación y sin nada que destaque las cosas más relevantes. En un pabellón anexo, cerca del faro, hay también un acuario. Un enorme tanque de agua sin explicaciones de las especies que por allí pululan.
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El domingo paseito mañanero con mis papis por el paseo marítimo de Bouzas. Me gustó mucho. Muy animado, con un pequeño puerto deportivo, personas haciendo kayak y otras haciendo regatas con barquitos teledirigidos (no sabía que existían, yo me había quedado en los coches). Desde el paseo vistas al Museo do Mar, que luce estupendo en la distancia.