viernes, 5 de octubre de 2007

Matthew Shepard

Estoy de vuelta en Madrid. Llegué ayer así que todavía tengo el sueño algo alterado. Pensaba empezar a publicar algunas entradas con fotos sobre las vacaciones en Nueva York, pero antes de hacerlo quiero dedicar algo más de tiempo a la historia de Matthew Shepard. El detonante de que investigara algo más el tema fue un comentario de Crixa, en el sentido de no acabar de creerse que la causa del crimen fuera la homosexualidad.
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Hay un artículo en inglés en la Wikipedia muy completo. Cuantos más detalles conozco más espeluznante me parece todo. Matthew y sus asesinos se conocieron en un bar de ambiente. Simularon ligar con él para robarle (20$) y asesinarle de una forma cruel, golpeando su cuerpo y cabeza con una culata de pistola y colgándolo moribundo en una verja dónde estuvo atado 18 horas hasta que lo encontraron. Murió 5 días después (exactamente un 12 de Octubre; aniversario cerca).
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El caso conmocionó al país. Hubo un gran seguimiento mediático, vigilias para rezar por él durante los días de su agonía... Posteriormente le han dedicado canciones numerosos artistas y se han realizado varias películas y documentales, entre ellas The Laramie Project. Espero verla pronto.
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Entre lo más alucinante del caso está que un reverendo fanático y su grupo utilizaron el funeral y el juicio a los asesinos para llevar pancartas con el lema "God hates fags" (Dios odia a los maricas) y "Matthew rots in Hell" (Matthew descansa en el infierno). Esta panda de psicóptas tiene su propia página web God Hates Fags, que pone los pelos de punta. No entiendo cómo no se les puede meter a todos en la cárcel.
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La semana pasada, el 27 de Septiembre, el Senado americano votó la conocida como Matthew Shepard Act, que básicamente amplia los conocidos como "Hate Crimes" a los cometidos por género, orientación sexual, identidad de género o discapacidad. Por lo visto Bush ya había anunciado que podría vetarla (!).
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Os dejo, por último, con la canción Scarecrow de Melissa Etheridge. Los textos que la acompañan y la letra merecen la pena.