jueves, 11 de enero de 2007

Lecturas interanuales

Una manía tonta: no me gusta nada arrastrar libros de un año para otro. En diciembre me suelo estresar un poco para ajustar las lecturas de tal forma que acabe todo lo que tengo pendiente. Pero al mismo tiempo no suelo empezar nada nuevo que no pueda terminar antes del 31. Es absurdo pero las manías funcionan así. Este diciembre pasado me tocó espabilarme para acabar:
  • China Shakes the World. Un ensayo sobre la emergencia de China como potencia económica. Lo arrastraba desde julio cuando lo compré en Londres con ocasión de un curso de Gestión del Cambio. Es el segundo ensayo sobre China que leo en los últimos meses. El viaje a Shanghai con el Instituto de Empresa de finales de mayo, ha despertado mi interés por saber más sobre ese país. De este libro lo más sorprendente fue el concepto de "waishi", una especie de relaciones públicas con extranjeros para influir en cómo el país es visto no sólo por los gobiernos sino por la gente. Hay manuales para explicar cómo se deben cultivar las "amistades" con extranjeros. La receta básica es crear sentimientos, buscando cosas en común, generando adulaciones en público, ofreciendo atenciones exclusivas...

  • A sangre fría. Este libro venía aún de más atrás. Lo compré en el año 2005 después de ver la película "Truman Capote" hace un par de años. Me ha gustado porque retrata muy bien la psicología de los dos asesinos. No hay maldad intrínseca. Tan sólo indiferencia ante la vida. Algo aún más acuciante en un compañero suyo en el corredor de la muerte. Un tal Andrews, estudiante de biología que un buen día decide cargarse a su familia. Sin más. Acabó de leer Los Hermanos Karamazov, se puso su mejor traje, cogió el rifle y se cargó a su hermana y a sus padres. "No sentí nada. Había llegado el momento y yo hice lo que debía. Eso fue todo". Después se fue de viaje para tener una coartada. Volvió a su casa, avisó a la policía y desde el porche, mientras acariciaba al perro, les dijo "echen un vistazo".

A Sangre Fría fue la última lectura del año pasado. La primera de este año (practicamente acabada en el vuelo de vuelta de Roma el día de Año Nuevo) ha sido:

  • "Mi Colegio" de Luis Antonio de Villena. Es un libro que deja bastante amargura. Un adolescente gay cultureta y letraherido, según su definición, es aislado socialmente y ridiculizado permanentemente por sus compañeros del Colegio del Pilar en Madrid. Sin duda, ser motivo de insulto y burla es una experiencia común en muchos gays. Pero en este caso es evidente lo mal que lo pasó el chico y el mal rollo general que le ha quedado con esa etapa. Es un hombre peculiar y por lo que cuenta era ya un adolescente repipiolo y algo horterilla para mi gusto. Pero no deja de ser triste una experiencia tan dura por el hecho de ser diferente. Mi infancia y adolescencia fueron en cambio estupendas. Guardo un recuerdo muy feliz. Tal vez, porque en mi caso, a diferencia del suyo, tuve buenos amigos y además todos acabaron siendo gays aunque entonces ninguno lo supiera.